Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Palma a la vista

El velomar es de Can Pastilla

Los velomares o pedalos suelen ser alquilados por turismo familiar. L.D.

Can Pastilla y San Sebastián se disputan el origen del velomar. Con permiso de don Leonardo da Vinci. Juan Catalán era un niño de postguerra con una imaginación prodigiosa. Aún la tiene. A los 7 años, hizo un dibujo del motocultor, que él llamó "tractor pequeñito".

A los 13-14 años, "cuando vi la playa de Can Pastilla y s'Arenal me dije, ¡uy, aquí hay negocio!, y dibujé el velomar. Unos años más tarde, le enseñé a un compañero el dibujo del velomar que había creado pero éste me robó la idea. Un buen día, dijo que se iba a la mili, dejó el trabajo, y al cabo de un tiempo, vi mi dibujo puesto en la empresa que habían creado de velomares. Me robó la idea", narra este inventor incansable de 70 años.

Los últimos años, y este verano a un ´ritmo frenético, los paddle surf son la estampa habitual del litoral. La atracción de andar sobre las aguas no es un asunto de cristianos, solamente. Si se escarba un poco, hay un episodio que nos traslada al norte, a la playa de La Concha en San Sebastián.

Ramón Barea, un inventor guipuzcoano, patentó el hidropedal en 1893 que le granjeó brillos y medallas hasta presentar su extraño vehículo marino en la Exposición Universal de París en 1900. Él mismo la estrenó en La Concha, vestido con traje y con la boina calada. Ni un remero de las góndolas de Venecia.

Aquellos velomares en blanco y azul, con dos asientos para las dos personas que pedaleaban, se acabó convirtiendo en el barquito de los veraneantes pobres. Por unos duros, la familia española de los 60, padres y dos hijos, alquilaban un artefacto de esos y pedaleo va y viene rumbo a una roca islote a buscar pulpos, erizos y pescar un buen bronceado.

Hubo cientos de motines a bordo, de piraterías, de invasiones en las que los velomares fueron las embarcaciones. Hoy el ornato turístico se ha sofisticado hasta incluir toboganes en aquellos pedalos.

En los arenales de Can Pastilla Iván Matas y José Luis del Águila se encargan del alquiler de la utillería marina del turismo siglo XXI. La empresa Mar de Mallorca alquila en esta zona desde sombrillas a flyboard, y desde luego no faltan los velomares. Una hora cuesta 7.40 euros; el paddle cuesta 14.65 y el kayak, 14.95.

"Los más jóvenes prefieren alquilar otras cosas; son familias con niños las que eligen el velomar, tanto turismo nacional como extranjero", detalla Iván, un estudiante de producción de cine y televisión. Cuanta que alguna vez, ha habido alguno que ha encallado. No muy lejos, en la zona de playa pegada al club Marítimo San Antonio de la Playa, donde se hace yoga, pilates y estiramientos a primeras horas de la mañana, un turista parece hacer un saludo al sol. Hace unos días, cinco jóvenes tuvieron que ser rescatadas en s'Albufera. Iban en velomar. ¿A conquistar tesoros?

Compartir el artículo

stats