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Corrupción policial

La Policía Local solo dispone de la mitad de su plantilla para cubrir los servicios

De los 891 agentes, 113 están de baja laboral y casi 400, de vacaciones o de servicios especiales

Imagen del cuartel de Sant Ferran de la Policía Local. M. Borras

El cuartel de Sant Ferran sufre un grave problema laboral ya que en estos momentos solo puede contar con poco más de la mitad de su plantilla para cubrir los servicios o emergencias que se producen en la ciudad de Palma. De los casi 900 agentes que están en plantilla, a estas fechas unos 500 están fuera de servicio, bien porque están de baja laboral por enfermedad, bien porque están de vacaciones o porque disfrutan de servicios especiales, pero que no están relacionados directamente con actuaciones en la calle.

Lógicamente, al faltar tantos policías en la calle, o no se pueden atender todos los incidentes que se producen en Palma, o bien se acude con retraso, sobre todo en los incidentes menores, como puede ser una queja por ruido o por un coche aparcado frente a un vado.

Esta situación laboral tan conflictiva se viene sufriendo desde hace meses,pero ahora es mucho más complicado por la presencia masiva de turistas en la ciudad durante este mes de agosto.

La investigación sobre la trama corrupta que salpica directamente a la Policía Local también ha afectado de una forma muy especial a este problema. Algo más de un diez por ciento de la plantilla de la Policia Local se encuentra en estos momentos de baja laboral. En concreto ayer mismo había 113 agentes fuera de servicio por enfermedad. Casualmente la mayoría son policías que están siendo investigados por su implicación en prácticas corruptas, como por ejemplo la extorsión a empresarios nocturnos, a los que se les exigía dinero u otras prebendas para que no sufrieran inspecciones en sus locales. Muchos de estos policías se están aprovechando de esta situación de baja médica para no perder la totalidad de su paga, ya que de esta forma han evitado que el Ayuntamiento pueda tramitar contra ellos un expediente de suspensión de empleo y sueldo.

A esta cifra de 113 funcionarios que están actualmente apartados del servicio por una teórica enfermedad, hay que sumar a varios de los mandos que están investigados por corrupción, que bien están de baja o directamente se les ha expedientado y se les ha apartado de su puesto de responsabilidad. Por tanto el problema no sólo se nota en que no se pueden atender la totalidad de servicios en la calle, sino que también existen graves problemas en la cadena de mando, donde se han multiplicado las tareas.

Entre estos casi dos tercios de la plantilla que no está operativa en estos momentos están los policías francos de servicio, aquellos que tienen libre o los que están en consellerias o de asesores (255), los que están de vacaciones (171) o los siete que atienden destinos especiales. También están los liberados sindicales. En cualquier caso el Ayuntamiento de Palma abona cada mes las nóminas de los 891 policías en plantilla, más los casi 50 que se han tenido que contratar ante la falta de efectivos para dar respuesta a todos los servicios. Este medio centenar de policías interinos han sido contratados para cubrir estos servicios, pero no es suficiente ante el número tan elevado de agentes que están de baja o dedicados a otros destinos.

Esta epidemia de bajas se nota sobre todo en los grupos operativos como son el Gap o los UII. Son dos de los grupos, junto a la Patrulla Verde, donde precisamente se centran las más sólidas sospechas de corrupción. De los nueve agentes de los UII que la semana pasada fueron llamados por el juez Penalva para declarar como imputados, cinco de ellos tramitaron de inmediato la baja por enfermedad. Los otros, o bien están de vacaciones o de días de permiso, por lo que no pudieron presentar la baja.

Tanto los UII como los Gap se encuentran en estos momentos bajo mínimos por falta de policías. Uno de estos grupos, por ejemplo, se encarga de la protección de víctimas de malos tratos, lo que debido a la carencia de policías es una situación especialmente preocupante. Se teme que en un momento determinado no se pueda atender a todos los casos de malos tratos que se han denunciado en Palma.

Esta grave situación laboral también se nota en los servicios que se consideran menos prioritarios como son las denuncias por ruidos o la invasión de vados. Muchos ciudadanos han tenido que sufrir horas de espera para que la Policía Local de Palma acuda para retirar un coche estacionado frente a su aparcamientos.

La carencia de policías ha provocado también graves problema en la oficina de denuncias. El mes pasado durante tres días no se pudo atender al público. En ocasiones se ha tenido que recurrir a policías que ocupan otros destinos para que atiendan a los ciudadanos que quieren denunciar un hecho concreto. En las últimas fechas pocas veces la oficina de denuncias ha estado abierta y, por tanto operativa, en su horario habitual.

La situación, al menos de momento, no tiene posibilidades de una rápida solución, por cuanto no hay ninguna intención por parte de los responsables de la Policia Local de Palma de incorporar al servicio a los policías (incluidos los mandos) expedientados por su condición de investigados, ni que los agentes que están de baja vayan a pedir el alta médica, por cuanto ello supondría que de inmediato perderían una gran parte del sueldo.

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