Falta un día para que el Ayuntamiento de Palma comience a multar a los infractores que circulen por las áreas de circulación restringida, conocidas como zonas Acire.

A partir de este lunes Cort tiene previsto sancionar a todos los conductores que giren desde el Parc de la Mar hacia la avenida de Antoni Maura. Pero también será mañana cuando se inicie el envío de multas a los coches particulares que accedan a la Calatrava, la plaza de Santa Eulàlia o la Seu.

Sin embargo, el nuevo sistema de control que ha implantado el área de Movilidad está fallando. Varios vecinos del barrio de la Seu recibieron el pasado viernes cartas de aviso de multa tras circular por las zonas Acire de Santa Eulàlia o de la Calatrava.

Los residentes en el barrio catedralicio están autorizados a transitar por las dos zonas Acire contiguas para llegar hasta su casa. El acceso más fácil para una parte del vecindario no es a través de la calle del Palau Reial, sino por la calles de la Cadena o de la Santa Fe.

Aunque el departamento de Movilidad les permite pasar por esas calles, los avisos de multa que recibieron esta semana les aperciben con sanciones de 90 euros si vuelven a circular por allí.

Uno de los vecinos afectados es Carlos Valdés, residente en el barrio de la Seu y propietario de una tarjeta del Acire de la Catedral. "Me han llegado seis avisos de golpe y paso dos veces al día por la calle de la Cadena o por Santa Fe. Por un momento pensé que me había caducado la tarjeta Acire, pero qué va, la tengo hasta 2019. Lo que no entiendo es por qué a mi mujer, que también tiene una tarjeta Acire, no le ha llegado ninguna carta", explica Valdés.

Este residente asegura que mañana evitará coger el coche para no tener que pelear contra la burocracia del Ayuntamiento si le ponen una multa de verdad. "No me fío nada", añade.

El hecho de que un conductor de una zona Acire esté habilitado para transitar por el Acire vecino es un dato oculto a la ciudadanía. Las autorizaciones se realizan mediante decretos de alcaldía, unos documentos que no se publican ni en papel ni internet. Las únicas personas que tienen un acceso fácil al libro de decretos son los funcionarios y los regidores del Ayuntamiento.

Cuando una persona acude al departamento de Movilidad de Sant Ferran para obtener la tarjeta Acire, los funcionarios le explican verbalmente por dónde puede circular. Al no ser una información transparente, muchos vecinos de la Seu se han visto obligados a consultar a Cort si todavía estaban autorizados a pasar por Santa Eulàlia y la Calatrava.

Fernando de Luque es otra de las víctimas del nuevo sistema de vigilancia de las zonas Acire, en su caso por haber circulado por la calle de la Santa Fe. Recibió una carta el viernes y se puso en contacto con el área de Movilidad del Ayuntamiento.

"Nos han dicho que debe haber un error informático. No lo tendrían que haber puesto en funcionamiento hasta que esté todo instalado correctamente. Lo que no puedo hacer es tener que ir cada dos por tres a la Policía a reclamar las multas que me lleguen, cuando no estoy haciendo ninguna infracción", razona el vecino.

Filtro informático de matrículas

El departamento de Movilidad, que dirige el concejal socialista Joan Ferrer, dispone de un nuevo programa informático que gestiona la información que le envían las nuevas cámaras de vigilancia que se están instalando en las zonas Acire de la ciudad.

La aplicación recibe la lectura de las matrículas de coche y luego compara en la base de datos qué vehículos están autorizados para circular y cuáles deben ser multados.

El presidente de la Asociación de Vecinos de la Zona de la Seu, Luis Clar, declaró a este diario que "estas cartas de aviso demuestran que han montado un sistema de forma muy rápida y sin las debidas garantías para los ciudadanos".

Clar asegura que el viernes, tan pronto como varios residentes le informaron de los avisos de multa, se puso en contacto con el regidor del distrito Centre, Llorenç Carrió (Més). No obstante, el representante vecinal todavía no ha obtenido respuesta por parte del concejal.