Palma tiene alrededor de 100.000 perros, lo que supone uno por cada cuatro habitantes, una proporción más elevada que en otras ciudades del país, donde la media es de uno por cada siete residentes. El director del centro de protección animal de Son Reus, Pedro Morell, y el coordinador del área de Bienestar Animal y Medio Ambiente de Cort, Josep Maria Rigo, explican que esta es una de las causas de la gran cantidad de excrementos que hay en las calles, unida a la escasez de espacios al aire libre para canes y el incivismo de muchos propietarios. "La falta de respeto por el espacio público es una lucha generalizada en el área de Medio Ambiente, ya sea porque no se recogen las cacas, porque tiran la basura donde no toca o porque dejan los trastos en la calle cuando no corresponde", enumera Rigo sobre el incivismo. "Cuando el dueño de un perro no recoge un excremento, quienes lo ven en el suelo a lo largo del día lo asocian a una ciudad sucia, pese a que a lo mejor el barrendero hizo su trabajo media hora antes de que ocurriese", ejemplifica.

El responsable político cree que la presión ciudadana y la mayor educación mediante campañas de concienciación acabarán a medio plazo con este problema.