El centro de Palma puede presumir de ser el distrito que más veces se limpia con barredoras mecánicas y agua a presión. Y sin embargo, el dispositivo de Emaya es insuficiente para evitar imágenes de suciedad. Las papeleras se llenan cada dos por tres de basura, que acaba rebosando y genera más incivismo. Así lo demuestran las fotos de un lector tomadas el pasado lunes en las cercanías de la plaza Major.