Carlos Veramendi, político del Partido Popular, antiguo concejal de PalmaPartido Popularantiguoconcejal de Palma y diputado autonómico en la anterior legislatura, ha sido imputado en la trama policial que investiga el juez Penalva. El juzgado le comunicó ayer su condición de imputado y se le entregó una citación para que declare la próxima semana. Tendrá que hacerlo asistido por un abogado.
A Veramendi se le acusa de un presunto delito de tráfico de influencias y, en ningún caso, se le relaciona con la trama de extorsión en la que están implicados varios funcionarios de la Policía Local de Palma.
El político, que en estos momentos no ocupa ningún cargo público, reside en los alrededores de la calle Industria, en Palma, donde se concentran varios negocios nocturnos. Estos locales han sufrido numerosos controles, sobre todo de ruidos y de ocupación de las terrazas, realizados por los agentes de la Patrulla Verde. En el sumario de la trama policial aparece la declaración de al menos tres testigos, todos ellos propietarios de locales situados en esta zona céntrica de la ciudad, que aseguran que se han visto sometidos a un constante acoso por parte de la Patrulla Verde. Estos empresarios lo atribuyen todo a la intervención del político Carlos Veramendi que, según especifica uno de los testigos, tenía línea directa con el jefe de dicha unidad policial. Las inspecciones eran repetidas y, sobre todo, de noche cuando había más clientes. Estas personas se sentían incómodas por la presencia de la Policía Local mientras estaban tomando una copa. Por ello, se levantaban, se iban y la mayoría no regresaba. En la mayoría de ocasiones, la Policía obligaba a parar la música e, incluso, la actuación de algún grupo musical.
Los tres testigos que han declarado ante el juez coinciden en señalar el nombre de Veramendi como la persona que conseguía que la Patrulla Verde realizara tantas inspecciones, ya que no les consta que ningún otro vecino haya denunciado molestias o excesos de ruidos. Creen que era el único al que le molestaba el ruido.
Los agentes que realizaban estas inspecciones (había semanas que iban tres veces) siempre pedían la misma documentación. Siempre hacían pruebas de ruido y solo se tramitó una denuncia. Los empresarios detallaron que a los propios policías les sorprendía que les ordenaran realizar tantas inspecciones y que alguno de ello lo atribuyó a la influencia política que ejercía Veramendi, que antes de ser diputado fue concejal de Cort. Otro testigo afirmó que un policía le confesó que el único vecino de la zona que se quejaba del ruido era Veramendi. Este empresario, que llegó a contar hasta 20 inspecciones, denunció que cada vez que la Policía Local entraba en su negocio, perdía toda la noche, puesto que le obligaban a parar la música. Solo recibió una única sanción por exceso de ruido, porque la prueba se realizó junto a una batería. Otro testigo señaló que Veramendi le anunció que "no iba a durar mucho", refiriéndose a que su local no reunía las condiciones adecuadas.
