La playa de Cala Estància, en el barrio de Can Pastilla, está adaptada desde ayer a personas con discapacidad para que puedan disfrutar de la zona de baño en las mismas condiciones que cualquier ciudadano.

Entre las obras que se han realizado, se han colocado unas pasarelas de madera para llegar hasta el agua del mar. Hay baños adaptados a sillas de ruedas. Además, el itinerario desde las paradas de autobús se ha revisado para suprimir barreras arquitectónicas hasta el acceso a la playa.

Aparte de la reforma, también habrá un servicio especial para ayudar al baño a las personas con alguna discapacidad física. Un socorrista atenderá el servicio de baño asistido, para que cualquier ciudadano pueda bañarse en el mar con sillas anfibias.

De esta forma, la playa de Cala Estància se suma a las de Ciutat Jardí y Can Pastilla, que también están adaptadas a la accesibilidad y el baño autónomo. Con esas tres playas, Palma se convierte en el municipio de España que ha conseguido más certificaciones de accesibilidad en las zonas de baño por parte de la Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor).

Solo faltan dos de las grandes playas por adaptar: Can Pere Antoni y Cala Major. El regidor de Accesibilidad, Rodrigo A. Romero (Som Palma), aseguró que trabajarán para mejorar el acceso y obtener el certificado de calidad en los próximos años. El edil anunció que en el futuro quieren habilitar dos pasarelas de acceso más en la Platja de Palma.

El alcalde de Palma, José Hila (PSOE), declaró que las playas accesibles permitirán "que todos los vecinos puedan disfrutar de la playa igual que el resto de personas". "Todos en algún momento vamos a necesitar que la ciudad sea accesible. Estas mejoras no son solo para un colectivo, sino que afectan al 100% de los vecinos", manifestó el socialista.

Por su parte, la portavoz del PP en Cort, Marga Durán, valoró el logro en materia de accesibilidad, pero instó al tripartito a que recupere las tres banderas azules que las playas palmesanas han perdido este año.