El Ayuntamiento de Palma aceptó la baja laboral de uno de los policías locales implicados en la trama corrupta un mes después de su detención e ingreso en prisión, a pesar de que la normativa solo otorga a los funcionarios un plazo de tres días para presentar el certificado médico. La aceptación del documento que presentó un familiar del expolicía sindicalista, Jaime G., motivó que el funcionario no pudiera ser expedientado, a pesar de estar preso y, además, pudo seguir cobrando el sueldo íntegro.
Los responsables del cuartel de San Fernando, que se encargan de estos trámites administrativos, no siempre han actuado de la misma manera, ya que con anterioridad no se aceptaba nunca una baja médica presentada fuera de plazo. De hecho, pocas semanas antes otro policía local, que únicamente fue imputado, pero que no ingresó en prisión, presentó otro certificado de baja médica para evitar su suspensión. El documento no fue aceptado por presentarse fuera de plazo. No tardó un mes, como el sindicalista, sino únicamente poco más de tres días, pero en cualquier caso más tarde del tiempo establecido. Cort no le aceptó la baja. El agente acudió a los tribunales administrativos y perdió el pleito. Los jueces confirmaron que no se podía aceptar esta baja médica por presentarse demasiado tarde.
Sin embargo, la situación de este policía cambió, precisamente por el tema del otro agente. Para evitar un trato discriminatorio, los responsables de esta área municipal, a pesar de que los jueces habían respaldado su decisión, optaron posteriormente por aceptar la baja médica. No solo no se le pudo expedientar, sino que incluso se le tuvo que pagar el sueldo que había dejado de cobrar, al ser sometido a un expediente tras su implicación en el escándalo.
Los investigadores quieren conocer cúales han sido las causas por las que se ha aceptado la baja del exagente sindicalista. Cabe recordar que han sido muchos los policías locales implicados en la trama corrupta que presentaron certificados de baja laboral, firmados después de su detención, avalados todos por el mismo médico.
El policía Jaime G. ha ingresado dos veces en prisión. Las dos han sido por amenazas. Varios policías locales y testigos de la trama le han denunciado por haber sufrido amenazas, para intentar que modificaran la declaración que habían realizado sobre la trama.
Varios agentes que han colaborado en la investigación han detallado que este compañero les hacía comentarios para que "fueran con cuidado" con lo que contaban, situándose claramente a favor de los policías acusados de corrupción. También fue quien mantuvo una disputa con los escoltas del exalcalde Mateu Isern. Sin tener ningún cargo de representación oficial, salvo su condición de sindicalista, les dijo a los dos agentes que: "Vosotros rojos, tenéis que marcharos y salir de aquí". A pesar de ello, los dos escoltas no renunciaron a su destino. Días después sus coches aparecieron con dianas pintadas en el parabrisas.
El policía se encuentra ahora en libertad bajo fianza.
