La lista de espera que tiene la Autoritat Portuària para optar a uno de los más de 1.200 amarres que gestiona directamente en Palma ha disminuido un 20% en los últimos cuatro años. Pese a que todavía hay 728 solicitudes, es una cifra inferior a las 913 que registró en 2012 y la finalidad del organismo público es continuar reduciéndola, ya que aún tiene solicitantes de amarres que se apuntaron hace casi 20 años, en los dos casos más extremos, tal como se puede comprobar en la página web de Ports de Balears. Actualmente, para acceder a un puesto, la espera puede alcanzar los siete u ocho años de media. La lista ha disminuido debido a las bajas de peticionarios; los abandonos de barcas o amarres, por lo que se quedan libres; y una mayor inspección.
La APB estableció la semana pasada varias modificaciones para aligerarla más, entre ellas prohibir el cambio de titularidad de las embarcaciones asignadas a uno de los llamados amarres de base de gestión directa. La idea de la Autoritat Portuària es tratar de evitar la picaresca, ya que se produce con frecuencia. Por ello, intensificará las inspecciones y hará "una criba aleatoria de los usuarios que ocupan los amarres para comprobar si tanto estos como las embarcaciones están a su nombre", según explicaron desde el organismo. Hasta ahora, era una práctica habitual hacer una compraventa de un barco más un amarre público.
Con el nuevo procedimiento regulador para la prestación del servicio de amarres de base, que se publicó en el BOIB el pasado 28 de julio, no se permite dicho intercambio con el fin de lograr que los puestos reviertan en la Autoritat Portuària cuando sus ocupantes no quieran continuar utilizándolos. De este modo, las personas que están apuntadas en la lista de espera podrán optar a uno de los amarres libres para una embarcación de recreo de hasta ocho metros de eslora, tal como detallaron.
Otro cambio es que la lista se encuentra disponible en la web (www.portsdebalears.es), en el enlace de la sede electrónica, donde hay que acceder al tablón de anuncios y el apartado de embarcaciones deportivas. Se actualiza automáticamente con cada solicitud y semestralmente al finalizar los dos periodos para renovar las peticiones, que son la primera quincena de enero y la primera de julio, y se pueden hacer por internet.
Pese a que la solicitud más antigua data de marzo de 1999, no significa que esta persona sea la primera en recibir un amarre de gestión directa, debido a que depende del emplazamiento que haya escogido y la eslora de su embarcación. Por este motivo, numerosos solicitantes optan por varios lugares diferentes y, por ello, las 728 peticiones de la lista de espera no significa que haya ese mismo número de personas. Cuando una logra un amarre, las otras solicitudes a su nombre se cancelan automáticamente, indicaron desde la APB.
Las tres ubicaciones
La Autoritat Portuària gestiona de forma directa 418 amarres en el Portitxol, 405 en el muelle del Jonquet -en el paseo Marítimo- y otros 384 en la dársena de Can Barberà. El más solicitado es el primero y el menos, el también llamado muelle de Sant Magí, debido a que los amarres están junto al paseo y los solicitantes no quieren estar tan expuestos. En cuanto a Can Barberà, tiene la limitación del puente del paseo Marítimo, por lo que los barcos que se ubican allí deben ser con mástiles abatibles o sin palos, como por ejemplo pequeñas lanchas o llaüts. Respecto a las esloras, es más fácil colocar una embarcación de menor tamaño, por lo que los propietarios que tienen una pequeña y están en la lista tienen más posibilidades que los dueños de barcos con una mayor eslora.
