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Palma a Palma

Metempsicosis comercial

Las antiguas religiones creían en la metempsicosis. Que viene a ser como el viaje de las almas a través de diferentes existencias. Es una cuestión profunda. Que te hace pensar: si ahora soy un hombre, y cuando muera me convierto en una planta, y después en un elefante. y a continuación en una libélula... ¿Cuál de todas esas existencias es realmente la mía? ¿Habrá alguna que domine para siempre el resto de las reencarnaciones?

Se trata de una cuestión que se me ha planteado repetidamente. Referida sobre todo a los diferentes comercios que van ocupando un mismo local. A partir de cierta edad, comienzas a guardar la historia de tus calles. Y recuerdas perfectamente a metempsicosis de sus diferentes comercios. Aquel local era una imprenta cuando eras niño. Luego se convirtió en una tienda de fotografía. Más tarde en una floristería. Y finalmente, ahora la conoces como una jamonería.

En medio de tanto lío de metempsicosis, ¿cuál es la identidad verdadera? Para ti, siempre será la papelería. Y probablemente lo mismo ocurra con otras personas de tu edad. Pero también puede pasar que uno de esos locales fuera especialmente conocido. Y que, pese a haber desaparecido, conserve años después su referencia. En una especie de victoria "post mortem" tipo el Cid Campeador.

Hay establecimientos que difícilmente se borrarán de la memoria ciudadana. Por su significación, como los cafés Miami o Formentor. Por la curiosidad de su nombre, como la zapatería"La fuerza del destino" de la Plaça Progrès, o la incombustible chocolatería "La hormiga chocolatera". Por su carácter entrañable, como la granja Royal. Por su carácter popular, como Casa Roca.

En esos casos, sí que parece que una de las identidades sobresale discretamente de la cadena de encarnaciones. Y conserva para siempre el recuerdo de un local que sólo pervive en el callejero invisible de la memoria.

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