El gusto por el buen café prende. En Palma arrancaron los de Molienda, le siguieron Rosevelvet bakery y Riu Tort. Probablemente son los mejores lugares de Palma para tomar café. Desde abril existe uno más en este reducido grupo, el Ànima Coffee, la apuesta de Xisco Contreras, un chef que dejó los fogones para sucumbir a la alquimia de un mundo que no se acaba en un sorbo.
Xisco tuvo que pasar por un rito iniciático antes de convertirse en el poeta del café. "Estudié en la Escola de Hosteleria de la UIB. Ahí separaban cocina y restauración; a mí me gustaba la barra. Trabajé siete años de cocinero en un catering, luego en el cas patró March de la cala de Deià. Con tres socios montamos un restaurante en s'Escorxador; al cabo de ocho meses lo dejé. Quería salir de Mallorca. Me fui a Londres. Trabajé en una cafetería y después en un restaurante en Westfield Stratford City, el mayor centro comercial de Europa. Seis meses después regresé y estuve en Crazy Chef en la plaza Progreso y luego en El Olivo en el hotel La Residencia de Deià. Allí conocí al campeón de Andalucía de baristas, José Babil, y ya me involucró en este mundo. ¡Luego entendí porqué no bebía café!", cuenta. Su larga hoja de servicios, con apenas 26 años, no acaba aquí. Le faltaba formarse en el amplio mundo de la bebida negra. Lo hizo junto a Héctor Hernández, el tricampeón de España de Latte Art.
"Me llamó la atención que con un café mediocre se puede hacer un café que tenga buen perfil en taza. El entusiasmo por el café de especialidad me lo contagió José ", reconoce. Tras oler, catar, saborear, aprender, meterse de lleno en la rueda de sabores del café, "el abecedario de los baristas", apunta, llegó el momento de abrir su propio local, Ànima Coffee.
Es 100 por 100 Xisco. Todo en este antiguo estudio de fotografía lleva su sello. "Me gustó el local desde el primer momento que lo vi. La imagen que ves es la idea que tenía en mi cabeza. Me gusta que sea un espacio diáfano, con cristaleras amplias, me gusta esta calle, Font y Monteros y los cafés literarios. Un viaje corto a París me marcó", cuenta. Eso y que Xisco además escribe, sobre todo, poesía. De ahí la colaboración con Frida Ediciones. "Llegué a esta editorial tras la lectura de la novela de Pedro Andreu, El secadero de iguanas, me tiene fascinado", cuenta. Los libros de Frida se encuentran en su negocio.
Café y literatura suelen ir de la mano. Xisco quiere que en Ànima Coffee uno se siente en el chester sin prisas, deguste un café de verdad y vuele hacia otro lado. Al que le lleven los poetas. ¿Quizá él? Xisco también escribe poesía. Con Margalida Acosta tiene un blog.
A partir de septiembre, en Ànima van a pasar muchas cosas: lecturas poéticas, presentaciones de libros, exposiciones de fotografía. Además abrirá la tienda de café y servirán menús. ¿Alguien da mas?
