Casi cuarenta entidades, asociaciones de vecinos, sindicatos, partidos políticos y ciudadanos a nivel particular han creado la asociación Sa Feixina sí que tomba, con el fin de urgir el derribo de "la indecencia en piedra" que, a su juicio, constituye el monumento levantado en sa Feixina en recuerdo a las víctimas del crucero Baleares.

La nueva entidad se dio a conocer coincidiendo con el aniversario del golpe militar contra la II República y pocos días después de que el Consell de Mallorca haya reabierto el expediente de protección, tras el fallo en la notificación a una asociación vecinal.

En la presentación pública celebrada ayer, el portavoz adjunto de la nueva plataforma, Josep Brunet, aseguró que esta organización "impulsará por la senda democrática la desaparición en nuestras calles de este claro ejemplo de exaltación fascista".

Para Brunet, que fue el encargado de leer un manifiesto a favor de la demolición del memorial, "una situación como esta es desconocida en los países democráticos de nuestro entorno" porque estos "han mantenido los espacios de represión como centros de memoria", en alusión a los campos de exterminio nazis, y también "han retirado de las calles todos los elementos arquitectónicos de exaltación fascista".

Asimismo, manifestó que "para conocer esta etapa funesta de nuestra historia reciente podemos recorrer museos, bibliotecas y aulas escolares sin necesidad de convivir con la simbología que un régimen criminal y antidemocrático puso en nuestras calles para perpetuarse".

Por último, añadió que "es evidente que el daño provocado por 40 años de dictadura es todavía notable", puesto que "tenemos una izquierda que cuando gobierna lo hace acomplejada y contamos con una derecha que no tiene ningún inconveniente en defender aún la simbología franquista".