Los vendedores ambulantes han encontrado un nuevo lugar en el que ofrecer sus productos, el camino de la Escollera, donde aparcan los autocares que llevan a los cruceristas al casco antiguo. El pasado verano ya había en esta zona del Moll Vell algunos que mostraban y vendían artículos mientras recorrían el paseo, pero durante la actual temporada se han incrementado y asentado mediante el llamado 'top manta', es decir, instalados en un puesto fijo con la mercancía colocada sobre una tela o manta.

Los días en los que coinciden varios cruceros en Palma pueden contabilizarse hasta una decena de vendedores de este tipo, a los que hay que añadir otros tantos que se mueven por la Escollera y frente a la explanada de Aduanas en busca de posibles clientes. Cort y la Autoritat Portuària son conscientes de la nueva situación y de la necesidad de coordinarse para trabajar de forma conjunta. Tal como explica la regidora de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, aunque las competencias en el puerto son del organismo estatal, el consistorio le propuso hace un mes firmar un convenio de colaboración, del que aún no ha recibido respuesta.

Durante este año, el organismo portuario ha levantado seis actas de decomisos por la práctica de dicha actividad irregular y se ha incautado de variados artículos, como por ejemplo souvenires, bolsos, sombreros, pantalones vaqueros y paraguas. La policía portuaria ha actuado en más ocasiones, pero los vendedores huyen y abandonan la mercancía cuando son acechados, por lo que en estos casos no se levanta acta de decomiso, indican desde Puertos del Estado.

Sin embargo, ni esta entidad ni el Ayuntamiento consideran que disuadirles sea la solución para eliminar la venta ilegal, debido a que buscan otros lugares para ejercerla. Así ha ocurrido con la presión realizada por la Policía Local en la plaza Major y la calle Sant Miquel. "La zona está más tranquila, porque hay más control policial, aunque el problema se ha trasladado a la Escollera y continúa afectando al pequeño comercio, ya que si los turistas compran un souvenir nada más bajarse del autocar, muchos no lo harán en la tienda, que paga sus impuestos", como argumenta el presidente de la patronal de los pequeños comerciantes Afedeco, Rafael Ballester.

El nuevo jefe de la Policía de Palma, Josep Palouzié, afirma que la venta ambulante no debe tener una solución policial. El Cuerpo es "la punta de lanza del sistema", por lo que la pueden "reducir, controlar o desplazar", aunque "el sistema tiene que funcionar". En este sentido, la concejala Pastor recuerda que la semana pasada se constituyó la comisión de seguimiento de la venta ambulante, cuyo "objetivo final es conseguir la reinserción laboral de quienes se dedican a ella y mejorar sus condiciones de vida". Dicha alternativa a medio y largo plazo requiere de una labor "social, de formación y laboral, por lo que tienen que implicarse diversas áreas", en palabras de la regidora, quien adelantó que además Cort está estudiando la regulación de la actividad. Otra iniciativa impulsada este verano ha sido la edición de un folleto que pide tanto a los turistas como a los residentes que no colaboren en la compraventa de productos falsificados, ya que es ilegal.

El presidente de la patronal Afedeco apoya esta medida y las planteadas a medio plazo, pero exige además "una solución a corto plazo, ya que hasta ahora solo se han puesto parches". Para Ballester, "la Policía tendría que ir al origen del problema, ya que no solo afecta a los comerciantes y restauradores, sino también a la imagen de la ciudad". Y la raíz es "buscar los almacenes que se dedican a distribuir el género a los vendedores e incautarse de la mercancía", según su opinión.