La Empresa Municipal de Transportes (EMT) ha encargado una auditoría técnica sobre el mantenimiento de toda su flota tras los incendios de dos autobuses producido en pocas semanas de diferencia, el último este pasado jueves en el Paseo Sagrera. A mediados de junio, otro en un bus en Illetes.

El presidente de la empresa, Joan Ferrer, pretende conocer cuál es el estado real de los 180 autobuses que dispone la EMT y si se ha realizado un correcto mantenimiento por parte de la compañía externa -Asitsa- que tiene el servicio adjudicado desde hace años. En relación al autobús que se incendió el pasado jueves, Ferrer indicó que el vehículo articulado había pasado la ITV y estaba en vigor hasta el 15 de octubre. El bus había pasado también las revisiónes semanal, mensual y la que se realiza a los 300.000 kilómetros. Además, la semana pasada se había procedido a la limpieza del motor. El incendio comenzó en un lateral del motor y se espera poder recuperar algunas piezas del autobús siniestrado, que será desguazado.

Ferrer quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, afirmando que los autobuses no son peligrosos. Manifestó que con este control externo "lo único que queremos saber es si se está realizando de forma correcta el mantenimiento y si se está cumpliendo en su totalidad el contrato".

El servicio de mantenimiento de la flota de autobuses de la EMT se externalizó en 2000 coincidiendo con la la renovación de la flota utilizando la modalidad de renting. Atitsa fue la adjudicataria del concurso que incluía el suministro de un centenar de autobuses, su mantenimiento y la construcción de las nuevas cocheras de Son Banya. En 2012 el mantenimiento se prorrogó a la misma empresa por dos años más. En 2014 ser prorrogó nuevamente hasta noviembre de 2017. Según Ferrer, lo ocurrido evidencia la necesidad de renovar la flota de autobuses, una prioridad del actual equipo de gobierno ya que la mitad de la flota tiene una antigüedad media de 14 años.