Un empleado de una conocida tienda de calzado del centro de la ciudad no tenía duda alguna: "Este tipo de campañas no funcionan. Ya se ha intentado otras veces, y al final solo cuatro bobos continuamos abiertos para poca cosa". No le faltó razón a juzgar por el desigual seguimiento tanto de los comercios como de los clientes a la iniciativa Palma Dijous Nit, de Afedeco, apoyada por Cort, el Govern, la Asociación de restauración de Mallorca y la de Agencias de viajes y el Banco de Sabadell, que alarga el horario comercial hasta las 22.30 horas.
Eso sí, el centro continuaba animado en una jornada que fue "caótica", según un taxista, ya de retirada, ante "la aglomeración de turistas" debido al mal tiempo.
En el Museo de la Catedral, que también se sumó a esta idea de seguir hasta alcanzar la noche, aguardaban visitantes. No parecía que hubiera mucho ánimo por contemplar las reliquias y tesoros religiosos.
Ni en la muy comercial Sant Miquel se veía especial ánimo comprador. Eran muchos los establecimientos que habían echado el cierre; solo las grandes marcas mantenían abiertas sus puertas, y ahí sí se registraba un poco de movimiento, pero sin exagerar. El comercio tradicional, como una tienda de souvenirs muy cercana al Palau March, indicaba que "cerramos porque es agotador estar tantas horas cuando solo somos dos personas trabajando, y justo hoy, la dueña está enferma".
La idea de mantener abiertas las tiendas hasta las 22.30 busca incentivar un sector que, según admiten ellos mismos, vive un momento dulce con el aumento en ventas, recuperando músculo tras varios años de caída. La campaña es voluntaria. No hay obligatoriedad de prolongar el horario.
Con todo, para algunos sí fue positiva la idea como María Giménez, encantada de encontrar algunas tiendas abiertas. "Así aprovecho para ir de rebajas tras el trabajo, expresó con un par de vestidos colgados de su brazo.
