La tradicional procesión de la Verge del Carme que organizaba el barrio de Santa Catalina ha sido suspendida este año debido a la marcha de los Carmelitas. El acto religioso se celebraba cada 15 de julio, la víspera de la patrona de los marineros, pero no será así mañana viernes por el desánimo existente en la comunidad, tanto religiosa como vecinal.

La falta de sacerdotes entre los Carmelitas Descalzos ha obligado a los responsables de la orden a dejar de gestionar la parroquia de la Verge del Carme, situada en la calle Villalonga. El obispado de Mallorca ha encomendado este cometido a la orden de Clérigos Regulares, más conocidos como los Teatinos, y los nuevos rectores solidarios serán Lenin Vladimir Cárdenas -que también asume el cargo de moderador-, Petrus Bronneberg y Pablo Guerrero, quienes además se encargan de la parroquia de Son Espanyolet, la de la Assumpció, como informaron desde la diócesis.

El sábado 16, día del Carme, se oficiará una misa de despedida de los Carmelitas a la que asistirá el obispo, Javier Salinas, y después habrá un aperitivo. Sin embargo, no habrá fiestas con motivo de la patrona de los marineros, en las que en años anteriores el acto central era la procesión. Se iniciaba en la plaza de Santo Domingo de la Calzada, bajo los molinos de es Jonquet, y continuaba por una parte del paseo Marítimo hasta el muelle de las Golondrinas, donde la imagen de la Verge del Carme portada a hombros era subida al buque turístico Brittania.

También se embarcaban más de un centenar de feligreses, la mayoría residentes del barrio de Santa Catalina, una tradición que fue perdiendo adeptos con los años, ya que antaño numerosas embarcaciones particulares se sumaban adornadas a la comitiva religiosa, como ocurre en otras procesiones marítimas.

Los Carmelitas llevan en Palma desde principios del siglo XX y la falta de relevo generacional ha provocado su marcha, que según fuentes de la orden se producirá el próximo 31 de julio.