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La denuncia

El testigo declaró que le perseguían y que le sabotearon un quad para tener un accidente

Antes de denunciar las tácticas paramilitares de algunos policías locales de Palma, el testigo (que también es agente municipal) asegura que fue víctima de un sabotaje e intentaron que sufriera un accidente. "Una noche, de camino al cuartel, una rueda de mi quad salió desprendida. Sorprendentemente, los cuatro tornillos, asegurados con Loctite, se soltaron a la vez", explicó el policía, que pudo evitar el siniestro porque circulaba a una velocidad reducida. Denunció el incidente ante la Guardia Civil, aunque no pudieron averiguar nada sobre quién pudo haber aflojado los tornillos del neumático.

El testigo también narra que durante varios días un coche le seguía cuando salía del trabajo y regresaba a su domicilio. "Paré mi moto en medio de la calzada, desenfundé mi arma y encañoné al vehículo que me seguía. [El coche] dio la vuelta en redondo y desapareció; nunca más nadie me siguió", asevera el agente.

"Esperé un rato a ver si aparecía la Guardia Civil alertada por la presencia de un loco con pistola en medio de la calzada, pero obviamente quien me siguió no era un ciudadano normal ni aquello era casualidad", razona el funcionario municipal acosado.

Tiempo más tarde el policía denunciante -afirmó a la Fiscalía- encontró un micrófono dentro de su dormitorio. Estaba pegado bajo su escritorio y junto a un teléfono. El agente local aseguró que llegó a vivir "en estado de paranoia total", debido a las amenazas y persecuciones que sufrieron tanto él como su hijo. Según declaró, ahora tiene como rutina comprobar los frenos y los tornillos de las ruedas al arrancar el coche.

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