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Corrupción policial

El jefe de la Patrulla Verde de la Policía Local de Palma acudía con chófer al prostíbulo

Uno de los policías que han decidido colaborar en la investigación asegura que cada vez que quería hablar con el suboficial acudía al club de alterne, donde parece que era invitado a tener relaciones

El jefe de la Patrulla Verde ingresó en prisión, aunque ahora está en libertad bajo fianza.

Bartolomé C., el oficial que fue nombrado jefe de la Patrulla Verde de Palma, acudía a un prostíbulo en un vehículo oficial (un turismo camuflado) y acompañado en ocasiones de un chófer. Una vez en el club de alterne, el mando de la Policía Local de Palma, que estuvo varios meses en prisión implicado en la trama corrupta, era invitado a mantener relaciones gratuitas con prostitutas que trabajaban en este prostíbulo. Esta descripción de la actuación de este funcionario policial la realizan varios testigos, pero sobre todo uno de los principales acusados en la trama, un oficial de la Policía Local, que asegura que cada vez que tenía que hablar con Bartolome C. acudía al club Table Dance. Allí localizaba al chófer, que le indicaba si su jefe estaba o no en el local de alterne. Este policía arrepentido asegura que el máximo responsable de la Patrulla Verde era invitado a mantener relaciones sexuales con las prostitutas del club de la Playa de Palma, a cambio de que le avisara cada vez que se realizaría una inspección.

A pesar de que este suboficial dirigía una de las principales unidades de la Policía Local de Palma, los agentes que estaban a su servicio no sabían muy bien cúal era su cometido en la Patrulla Verde. No solo no daba órdenes sobre la organización del trabajo, sino que además se marchaba por la mañana y no volvía hasta que terminara su turno. Siempre cogía el coche que tenía a su cargo y muchas veces lo conducía un chófer. Las organización efectiva de la Patrulla Verde, es decir, el responsable de dar las órdenes y las directrices que debían seguir los policías, era Gabriel T., el oficial que también está implicado en la trama y que de momento sigue en prisión.

En el sumario de la corrupción policial aparecen varias declaraciones de agentes de la Patrulla Verde que confirman que tenían la orden, cada vez que estaba previsto acudir a realizar una inspección a un local de la Playa de Palma, de avisar con anterioridad al suboficial Bartolomé C. Y cuando llegaban, les daba la impresión de que previamente alguien les había avisado. Esta orden se suscribía únicamente a la Playa de Palma, no así a otros negocios ubicados en otras barriadas de la ciudad.

Sobre esta distinción de barriadas, el suboficial se excusó ante el juez de que esta orden, en realidad, no era suya. La había establecido un antiguo mayor de la Policía Local que, casualmente, falleció hace años y, por tanto, no puede aclarar estas dudas.

Extraños avisos

También dijo que este responsable había dado la orden tajante de que avisaran a Bartolomé C. de todas las inspecciones previstas en la Playa de Palma.

Sin embargo, ni el fiscal ni el juez interpretan los hechos de la misma manera. Los investigadores están convencidos, y de allí que ordenaran el ingreso en prisión del subinspector, que este responsable policial estaba contratado por el propietario del grupo Pabisa que, entre otros negocios, explotaba varios clubes de alterne en la Playa de Palma. Por ello, se explicaría que este funcionario, que reconoció que era afiliado del Partido Popular, fuera invitado con frecuencia a mantener relaciones sexuales con prostitutas, sin abonar los servicios. El policía negó que tuviera relaciones con mujeres de alterne y mucho menos que le invitaran a estos favores sexuales. Sin embargo, reconoció que había estado en más de 40 ocasiones en el club de la Playa de Palma " a tomar copas" y que en alguna ocasión "ha invitado a alguna chica". Afirmó que "pagaba en el Table Dance", pero que a veces le "han invitado". Insistió en que su presencia en este prostíbulo era únicamente por "motivo de trabajo" y "no por sexo". Negó que acudiera a este local en el coche oficial que tenía a su cargo como jefe y que, además, le acompañaba su chófer y que le ordenara a que esperara en la calle a que saliera del local.

Sobre los supuestos avisos a cambio de este trato de favor en el club de alterne, varios testigos han confirmado que el suboficial abroncó a unos policías que estaban realizando una inspección en uno de los negocios del dueño de Pabisa y no les había avisado con anterioridad. Esta situación, a juicio de los investigadores, demuestra que el jefe de la Patrulla Verde, un cargo que fue designado a dedo, sería presuntamente uno de los funcionarios que se estaba dedicando a avisar con anterioridad a determinados empresarios cuando estaba previsto una inspección.

Bar de El Ico

Este subinspector también estuvo implicado en el asunto del cierre "exprés" del local que El Ico tenía en la plaza Gomila. Fue quien en un fin de semana abrió la puerta a un funcionario de Cort, que en estos momentos está en prisión, quien realizó la sonometría del local y propuso la clausura. Este expediente se tramitó en un fin de semana, una situación insólita en la Patrulla Verde, y al lunes siguiente fue la Policía Local al bar del hijo de La Paca y clausuró el negocio. El subinspector quitó importancia a este asunto, diciendo que se trataba de una cuestión administrativa y señalando que se fiaba de la actuación profesional del funcionario que realizó la sonometría.

La mayor parte de los policía que han declarado como testigos ante el juez Penalva y el fiscal Anticorrupción han reconocido que no sabían muy bien cúal era la función de Bartomeu C. en la Patrulla Verde. Cuando se le preguntó sobre esta situación, el mando policial salió en defensa de su trabajo, si bien reconoció que él no se encargaba de la organización, ya que lo hacía el oficial. Otros testigos han dicho que algunas noche el jefe salía de patrulla con otros agentes, se sentaba en el asiento trasero del coche, pero no hacía ningún tipo de comentario.

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