Seis centros educativos de Palma estarán en obras durante el verano para eliminar todo rastro de amianto de sus instalaciones. La Conselleria de Educación y Universidad del Govern balear destinará cerca de medio millón de euros a la retirada de fibrocemento y la reforma de las zonas afectadas por el material tóxico.
La principal inversión se realizará en el CEIP Es Pont, de la barriada de Son Gotleu. Tras años de reivindicaciones por parte de la asociación de madres y padres, en pocos meses verán satisfecha su petición.
El de Son Gotleu es el centro educativo de Balears con mayor presencia de amianto, ya que toda la cubierta del edificio es de fibrocemento. La Conselleria se encargó de preparar la retirada pocos meses después del cambio de gobierno. Las obras ya fueron licitadas con antelación y están adjudicadas a la empresa Melchor Mascaró. Comenzarán previsiblemente hoy lunes, tal como informaron desde el Ejecutivo autonómico.
La asociación de madres y padres del colegio público Es Pont protestó en más de una ocasión porque sus hijos asistían a clase bajo un material que, mal manipulado, puede provocar cáncer de pulmón. El equipo docente del centro también manifestó su preocupación, al igual que la Federació d'Associacions de Pares d'Alumnes (FAPA Mallorca) y varios partidos políticos.
La principal dificultad para retirar las placas de uralita es el proceso de desmontaje, que se debe realizar con especiales medidas de seguridad; y la descontaminación, que se lleva a cabo en plantas especiales de tratamiento en la península. Esos requisitos encarecen el proceso.
El coste total de las obras en Es Pont asciende a 192.000 euros, lo que supone más de un tercio del presupuesto que la Conselleria destinará a quitar amianto de los colegios de Palma. La duración máxima de las obras es de cinco meses, por lo que podrían no estar acabadas cuando los estudiantes vuelvan a las aulas.
En el CEIP Miquel Porcel, de Son Cladera, también reemplazarán una cubierta con amianto. Allí las obras, más simples y cortas que las de Son Gotleu, costarán 20.000 euros y no tienen una fecha fija de inicio.
Otro de los trabajos que comenzarán en breve son los del IES Politècnic, en el Camp d'en Serralta. Allí la intervención consistirá en quitar el techo de los edificios de los talleres y sustituirlos por unos nuevos. Las obras supondrán un coste de 27.100 euros públicos.
Hay otros dos trabajos previstos para comenzar entre mediados de julio y principios de agosto. Uno de ellos será el de los porches exteriores del IES Juníper Serra, también en Son Cladera. Las obras ascenderán a 63.000 euros.
En esas mismas fechas también se ejecutará la retirada del porche exterior del IES Guillem Sagrera de Son Cotoner, aunque solo la primera fase. En este caso el coste será algo inferior a los 48.000 euros.
Por último, las obras que se realizarán de forma más tardía son las del centro educativo vecino. En el IES Emili Darder, también del barrio de Son Cotoner, está prevista la reforma del porche y de la vivienda del conserje. En este caso los trabajos ya han salido a subasta pública, aunque todavía no se han adjudicado a ninguna constructora. El precio de las obras no está cerrado, aunque no superará el importe máximo de la licitación, que asciende a 128.000 euros. Debido a los trámites administrativos que quedan pendientes, se prevé que estas obras comiencen hacia el mes de agosto.
Minimizar el riesgo
Desde la Conselleria recuerdan que, aunque el amianto es perjudicial para la salud y se prohibió su uso desde diciembre de 2001, no supone problemas siempre que las personas no lo toquen. En caso de ser rozado, golpeado o si sufre alguna rotura, es cuando desprende unas fibras que pueden ser respiradas y provocar problemas de salud.
El conseller de Educación y Universidad del Govern balear, Martí March, prometió el año pasado que "antes del final de legislatura el amianto se habrá retirado de todos los centros" educativos del archipiélago.
El Institut Balear d'Infraestructures i Serveis Educatius (Ibisec), organismo público que se encarga de las obras en los centros educativos, lleva años retirando los elementos de construcción que contienen asbesto. Sin embargo, todavía quedan 27 colegios en Balears con este material.
Los trabajos para la retirada del fibrocemento, según afirman desde el Govern balear, se concentran en los periodos no lectivos para minimizar el riesgo de accidentes y aprovechar cuando no hay alumnos en los centros educativos.
