Los vecinos de la Seu han pedido hoy una vigilancia más efectiva y mayor control de las calesas, así como el cumplimiento de la normativa con el fin de que no superen los máximos autorizados por parada, y de que se estacionen en cualquier lugar a la espera de clientes.

Según indican en una nota de prensa, en las paradas del Mirador y la Costa de la Seu se suele superar el máximo permitido de galeras estacionadas.

La asociación teme que este problema se agrave con la decisión de Cort de reubicar la parada de la calle Conquistador en el Moll Vell, alejados de la Seu y del barrio, donde la mayoría de caleseros quieren estar.

Además, en el caso de la parada de la Seu, los vecinos piden que se replantee esta ubicación porque consideran que los orines de los caballos afectan directamente al patrimonio al estar demasiado cerca del monumento.