Vecinos de una finca de pisos denuncian el intenso olor y las molestias que provoca un club de fumadores de cannabis que está ubicado en la planta baja. Los afectados explican que fue abierto hace un par de meses y que la afluencia de gente que acude al local, situado en la calle Miquel Capllonch, puede llegar hasta el medio centenar al día, sobre todo los fines de semana, según uno de los residentes. El olor a marihuana se cuela por el patio de luces del edificio, en el que hay nueve viviendas, y creen que sale a través de la ventana del baño interior y del extractor del aire acondicionado. Afirman no estar en contra de la actividad siempre y cuando se respeten sus derechos. "No tenemos por qué estar soportando el olor si no nos apetece. Además, aquí hay varios pisos donde viven niños y gente mayor, por lo que su salud y la de todos nosotros puede acabar afectada", tal como argumenta otro vecino.
El Ayuntamiento ha recibido la denuncia a través de la oficina municipal de s'Escorxador -la más cercana al inmueble- y la concejalía de Sanidad y Consumo ha incoado un expediente con el fin de "verificar que el local tiene la licencia de actividad necesaria y comprobar que en el interior se practica esa actividad y no otra", tal como informan fuentes de la regiduría de Sanidad. Según el documento presentado por los afectados, "al parecer también tienen plantas de marihuana", por lo que no sería utilizado solo para fumar.
Desde el consistorio añaden que están a la espera de que la Policía Local elabore un informe al respecto, como ha solicitado Sanidad y Consumo. En caso de que el consumo de cannabis en el interior del local excediese lo permitido legalmente, el área de Infracciones Generales se haría cargo del expediente, detallan desde el Ayuntamiento.
Los denunciantes se preguntan quién puede controlar cuánto se consume en el interior del local -que antes albergó una oficina pública, una entidad bancaria y una tienda de artículos y material para practicar submarinismo- y piden a Cort que intensifique la investigación, porque no quieren este tipo de molestias.
En Palma existen varios clubes de fumadores de cannabis, como por ejemplo en las calles Oms y Fàbrica, según explican desde la Asociación Balear para el Estudio e Investigación del Cannabis. Sin embargo, no tienen constancia de la existencia del nuevo local. La finalidad de la entidad es evitar que la gente tenga que buscar marihuana en el mercado negro, por lo que ofrecen a sus socios dos gramos diarios para consumo propio, detallan.
