El adiós a un comercio histórico de Palma ya tiene una fecha marcada en el calendario. Será a finales de este mes, el próximo 30 de junio, cuando Casa Roca cierre definitivamente sus puertas y ponga fin a 166 años de historia.
La propietaria de la tienda emblemática del barrio de Sindicat, Catalina Torrents Ibáñez, explicó ayer a este diario que mantendrá el día de cierre aunque no haya liquidado todos los productos que le quedan en el almacén.
El interior de la tienda ya no tiene nada que ver con el comercio de hace dos meses, cuando la web de Diario de Mallorca adelantó en primicia el cierre del establecimiento. Algunos estantes están ya casi vacíos, aunque la tienda no se ve desangelada.
El escaparate no se parece en nada al de antaño. En la cristalera de la calle de la Llotgeta quedan un par de productos de fiesta, mientras que en el aparador principal -además de los carteles de liquidación por cierre- exhiben productos de Navidad, que serán lo más difícil de vender.
Torrents explica que les quedan "entre un 20% y un 30%" de los productos, que está vendiendo sin excepción a mitad de precio. "Algunas cosas se han agotado, pero no muchas. Queda surtido, pero no hay mucha cantidad", asegura. Lo primero que se les acabó fueron las Maripepas recortables. Los productos antiguos de papelería, que ya no se encuentran en otras tiendas de Palma, son los que están teniendo más salida. También los papeles antiguos de regalo.
La fecha del cierre ya es segura, aunque todavía quedan algunas dudas que despejar sobre la histórica papelería. Una es quién será el futuro dueño del edificio, situado entre la calle dels Hostals y la de la Llotgeta. Tres pisos, una planta baja y un sótano sobre una parcela de 166 metros cuadrados que pueden valer millones por su ubicación privilegiada. El inmueble fue diseñado por el arquitecto Francisco Roca y está catalogado, por lo que su fachada será intocable. Esa será la única condición para el comprador del edificio.
Torrents mantiene su preferencia porque el próximo dueño establezca allí un hotel. Sin embargo, explica que ha recibido otras ofertas distintas. "Ha venido gente a visitar el edificio, pero todavía no hay nada definido. Tenemos varias opciones sobre la mesa", comentó la dueña.
Jubilación con "tranquilidad"
Tras el cierre, Torrents explicó que se dedicará a "vivir con más tranquilidad". La dueña de Casa Roca, que este domingo cumple 73 años, aseguró que lleva "56 años corriendo" y que a partir de julio tendrá tiempo para disfrutar del tiempo libre con un ritmo más pausado. "He disfrutado mucho trabajando, pero ahora tocará descansar un poco", dijo con una sonrisa en la cara.
Por último, la propietaria de Casa Roca quiso agradecer "a todos los mallorquines y a todos los clientes" por su buena respuesta tras haber anunciado en abril que cerraba la tienda y por la acogida que han tenido desde que colgaron los carteles de liquidación por cierre.
