Con claroscuros. Así han recibido diversos colectivos de la ciudad la noticia de restringir el tráfico en el centro histórico de Palma. Hay una división de opiniones entre los afectados, e incluso algunas entidades ven pros y contras a la decisión que ha tomado el departamento de Movilidad del Ayuntamiento de Palma para reducir la circulación en el interior de las avenidas.

Los vecinos ven muchos elementos negativos y denuncian la falta de consenso. Taxistas y ciclistas son los más contentos con los cambios. Y los comerciantes ven positiva la medida, aunque con reparos, como la falta de plazas en los aparcamientos públicos. Sin embargo, todos tienen la conciencia de que hay un exceso de vehículos en el centro.

Un simple experimento permite tomar conciencia de ello: contar cuántos coches pasan en cinco minutos. Ayer este diario realizó la prueba en el acceso de Antoni Maura que Cort quiere restringir solo para residentes, taxis y otros casos excepcionales. 33 coches, 10 furgonetas, 8 taxis, 6 motos y 4 autobuses. Un total de 61 vehículos en 300 segundos que querían ir hacia el centro ayer a las once de la mañana.

La presión de tráfico que tiene la calle del Conquistador es aún más elevada, porque reúne a quienes vienen del mar y los que llegan desde el Born: por allí circularon 66 vehículos en cinco minutos.

Ese es el principal motivo por el que Mariano Reaño, de la Coordinadora en Defensa de la Bici (Conbici) y expresidente de Biciutat de Mallorca, aprueba la decisión de Cort. "En todas las ciudades están quitando coches del centro y no podemos quedarnos atrás. Los colectivos ciclistas estamos a favor. Hay que pensar que no solo es un tema de movilidad, sino también de contaminación del aire. El tráfico motorizado es la principal causa de polución", razona Reaño.

Y los coches también generan otros conflictos. Cuando todavía no ha comenzado oficialmente el verano, en el centro ya se juntan calesas, repartidores, taxis, el ruido de los motores y los mapas de la ciudad desplegados hasta que una persona levanta la cabeza y señala con el dedo el próximo destino. Ayer a las once de la mañana, con el despiste de estar en una ciudad desconocida, dos turistas cruzaron sin mirar con el mapa en la mano y una mujer estuvo a punto de atropellarlas. Menos tráfico supondrá más espacio para el peatón, si la reforma de Cort se cumple a pies juntillas.

En representación de los taxistas, el presidente de la Asociación de Autónomos del Taxi, Biel Moragues, apunta que la idea "no es mala". "Con los coches de alquiler en récord histórico, el centro de Palma se convierte en un desastre", indica el líder de la principal patronal del taxi. Moragues espera que las restricciones para entrar a Antoni Maura -y, por ende, al centro de la ciudad- favorezcan el uso del transporte público y desatasquen la avenida de Adolfo Suárez (es decir, el acceso desde el Palacio de Congresos hasta Capitanía Marítima).

Calesero: "Hay demasiados coches en el centro". F. R. G..

En el lado contrario de la balanza están los vecinos de la Seu, unos de los principales afectados por la reforma circulatoria. El presidente de la Asociación de Vecinos de la Zona de la Seu, Luis Clar, manifestó a este diario que "el Ayuntamiento tiene un problema con las formas" y criticó que el equipo de gobierno tripartito anunciara los cambios de tráfico sin consultar antes con las entidades vecinales.

"Vuelven a la imposición. Dicen que son negociadores, pero no hablan con nadie antes de tomar decisiones. ¿Quieren que vayamos por Conquistador a 20 kilómetros por hora? Hasta las galeras irán más rápido", protestó el presidente vecinal, que indicó que convocará una asamblea vecinal en los próximos días para pulsar la opinión de los residentes y formular propuestas de mejora para el equipo de gobierno municipal.

Turistas: "A mí me encanta que el tráfico se limite por la ciudad, porque a quien pasea le resulta muchísimo más agradable".

Entre los comerciantes del centro histórico, la medida ha sentado mayoritariamente bien, aunque con alguna objeción. "El turista va a visitar igual la Seu, la plaza Major y la Rambla. Claro que la experiencia va a ser mejor si no hay coches, pero tienen que poder aparcar si vienen con un coche de alquiler. El Ayuntamiento debe dar alternativas", señaló el presidente de los comercios turísticos de Palma, Agustín Linares. Linares aplaudió la colocación de carteles informativos sobre los aparcamientos de la ciudad, pero sostuvo que habría que ampliar las plazas de los estacionamientos.

El coche sigue ganando la partida al transporte público y los tenderos son conscientes de ello. Idéntica postura a la de Linares sostiene Carolina Domingo, presidenta de los comerciantes del Born: "Las medidas para reducir el tráfico son buenas, pero no hay alternativas para aparcar. Nosotros hemos propuesto que hagan un aparcamiento en Gesa o detrás del Palacio de Congresos".