La reciente poda de los árboles de la calle Ramón y Cajal, en la barriada del Camp d'en Serralta, ha provocado varias quejas de vecinos, que afirman que las ramas de los ejemplares "hacían sombra y ejercían una regulación natural microclimática, donde seguro que había gran variedad de nidos", según la explicación de uno de ellos.

El área de Parques y Jardines del Ayuntamiento indica que "se han podado los 63 ficus nítida que hay entre las plazas del Fortí y el Progrés porque la actuación que se realizó en 2014 fue insuficiente, por lo que las copas crecieron en exceso y algunas ramas eran tan gruesas que existía peligro de rotura". Además, otros residentes a favor de la poda tenían problemas de iluminación natural en sus viviendas, debido a que son árboles de hoja perenne con las copas muy densas y no dejaban pasar la luz, como señalan desde Cort, donde aseguran que en pocas semanas los ficus volverán a tener hojas.

Los vecinos también critican la tala efectuada en abril en la calle Industria, que se llevó a cabo por los importantes daños de las raíces en las aceras.