La Unión Europea marcó hace años un objetivo de reciclaje del 50% para el año 2020. La fecha límite está a la vuelta de la esquina. Sin embargo, Palma está muy lejos de esa meta. La nueva dirección de Emaya está diseñando estrategias singulares que permitan reducir la cantidad de basura que se incinera y lograr que la ciudadanía se implique en la recogida selectiva.

Una de las fórmulas que está en estudio es que los vecinos tengan que identificarse mediante una tarjeta cada vez que quieren ir a tirar la basura. La tarjeta sería necesaria para abrir el contenedor y poder depositar la bolsa. De esa forma, la empresa municipal de limpieza podría saber qué vecinos reciclan más.

Sin embargo, esa medida se podría ver complementada por otras iniciativas como individualizar las bolsas de basura para cada residente. Así la compañía podría averiguar qué personas no reciclan o cuáles tiran materiales de forma indebida a los contenedores de reciclaje (los llamados residuos impropios).

Rebajar la tasa de basuras

De llegarse a convertir en realidad, esa propuesta permitiría premiar a las personas más respetuosas con el medio ambiente y rebajarles la tasa de recogida de basuras.

Otra de las iniciativas en estudio es premiar a los vecinos que más acudan a los puntos verdes a depositar residuos.

Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra este domingo, Emaya realizó ayer unas jornadas técnicas sobre gestión de residuos en la que la regidora de Ecología de Cort y presidenta de Emaya, Neus Truyol (Més), detalló en plan de futuro de la empresa municipal para los próximos cuatro años.

Estas dos propuestas están en fase de estudio, según explicó ayer Truyol. Insistió en que no son ideas cerradas, sino que ahora están buscando si hay una buena fórmula para implantarlas.

"Esta solución nos permitiría dar incentivos económicos para quien haga mayor uso de la recogida selectiva. Estamos acotumbrados a que nos controlen para otro tipo de impuestos. Si identificamos a las personas para la gestión de residuos sería para poder bonificarlas, no para hacer un control gratuito", indicó la edila ecologista.

La futura ordenanza de residuos de Palma, que se terminará de redactar en breve, dejará la puerta abierta a que se puedan implantar los sistema de control de basuras mediante tarjeta. La norma se aprobará como muy tarde este otoño.