La dirección de la empresa municipal Emaya se ha marcado como objetivo aumentar el reciclaje en la ciudad y espera que el primer paso sea el nuevo sistema de recogida de basuras que se instalará en el centro de Palma. La recogida selectiva móvil -el método que sustituirá a la fallida recogida neumática- tendrá un objetivo osado: duplicar el reciclaje de basura en el casco histórico de la ciudad en un plazo de ocho años. Así lo aseguró ayer la presidenta de Emaya y regidora de Ecología de Cort, Neus Truyol (Més), de acuerdo a los cálculos de un informe interno. El documento recuerda que actualmente los 13.000 residentes en el centro de Palma reciclan alrededor del 20% de sus desechos. La meta es aumentar la cifra hasta el 45% para el año 2024.

Antes de que entre en funcionamiento la nueva recogida selectiva móvil en el centro de Palma, Emaya debe comprar nuevos equipamientos. El concurso público para adquirir contenedores y camiones comenzará la semana que viene. El coste máximo de la nueva maquinaria será de 2,1 millones de euros, aunque podrá verse rebajado si la empresa ganadora mejora la oferta. El contrato incluirá 20 vehículos eléctricos, 80 semirremolques que transportarán los contenedores y varias compactadoras y camiones especiales para trasladar la basura.

El sistema de recogida selectiva móvil que comenzará a funcionar en otoño en el centro de Palma implicará que no habrá contenedores de basura en las calles durante todo el día. Los depósitos se colocarán a última hora de la tarde y se retirarán cada noche de acuerdo a un calendario preestablecido. No todos los días se podrán tirar todos los tipos de basura: los residuos orgánicos, los envases y el papel se recogerán cuatro veces por semana; el rechazo y cristal se podrán lanzar los tres días restantes.

Tanto la colocación como la recogida de los contenedores se realizará con vehículos eléctricos para evitar ruidos. Otra diferencia del nuevo sistema de recolección de basura es que no se vaciarán los contenedores en la calle, sino que se transportarán a unas centrales de recogida que habrá en diferentes puntos de la ciudad. Allí compactarán la basura antes de transportarla al vertedero de Son Reus.

La recogida selectiva móvil se complementará con la recogida puerta a puerta de la basura en los comercios, algo que hasta ahora solo se realizaba con el cartón.

La implantación del sistema que sustituirá la recogida neumática se decidió mediante un proceso de participación que duró unos cinco meses y se escogió la fórmula que se adaptaba mejor a las necesidades del vecindario y los comercios.

El sistema se aplicará en la mayoría del centro de Palma, especialmente en las zonas de calles estrechas. Esa área incluye los barrios del Puig de Sant Pere, la Llotja-el Born, Sant Jaume, Sant Nicolau, Cort, la Seu, Monti-sion, la Calatrava y una parte del barrio del Sindicat.

De forma transitoria, durante los primeros meses se mantendrán algunos contenedores fijos en las calles más anchas de esos barrios para los vecinos que no puedan lanzar la basura en horario nocturno.