Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sa Torreta

Palma entra en la Europa del urinario

Loa urinarios del 91 pasaron a la historia.

Hoy hace 25 años que Palma se europeizó. El ayuntamiento estrenó tal día como hoy de 1991 un urinario público de pago en la plaza del Mercat, junto al edificio de Can Casasaies. Es cierto que la ciudad tuvo sus mingitorios de inspiración modernista, pero la electrónica llegó mucho más tarde que en otros países. Tras el situado en la vecindad de Can Berga, llegaron otros al Parc de la Mar, a la plaza de España y a la del Tubo.

Aparecieron entre la curiosidad de los residentes habituales, poco acostumbrados a estas modernidades, y el alivio de los viajeros. Los primeros usuarios fueron turistas, quizás porque ya conocían la mecánica de funcionamiento. Los retretes parecían un contenedor de mercancías, nada que ver con los diseños complejos de principios del siglo XX. Funcionaban introduciendo una moneda de 25 pesetas, 15 céntimos al cambio en euros. Un regalo cuando uno siente la urgencia de evacuar aguas menores y se encuentra en una ciudad desconocida en la que la única opción para aliviar la vejiga es entrar en un bar, hacer uso del servicio, tomar una cerveza... Y al poco tiempo sentir de nuevo la necesidad de encontrar otro retrete.

El pago de las 25 pesetas permitía explayarse en el excusado ya que autorizaba una ocupación de quince minutos. Tiempo más que suficiente para limpiarse la boca con un mondadientes, leer el periódico o hacer la lista de la compra... además de las funciones propias del lugar. Cuando faltaban tres minutos para que concluyera el periodo contratado se encendía una luz roja de advertencia. Transcurrido este plazo, la puerta se abría de forma automática.

Existe una secuencia fotográfica tomada por Lorenzo Frau digna de una película de Charles Chaplin. Sucede en el urinario de Parc de a Mar. La puerta se abre sin que el cliente, que probablemente ha batido el récord mundial de lentitud en la evacuación, haya dado por finalizado su ciclo intestinal. El hombre aparece con los pantalones bajados e intentando restituir su dignidad a marchas forzadas. El apuro es absoluto.

Compartir el artículo

stats