"Para que Palma recupere su denominación más genuina, la que proviene de la fundación de la ciudad por parte del procónsul romano Quinto Cecilio Metelo, unos años después de conquistar la isla en el año 123 antes de Cristo". El alcalde, José Hila, tiró de argumentos históricos para defender ayer en el Parlament que el nombre oficial de la capital balear vuelva a ser simplemente Palma, sin el añadido "de Mallorca" aprobado en 2012.

Hila recordó en que el topónimo Palma es el que aparece en el Estatut d'Autonomia, e insistió en que es sufiencientemente conocido en el Mediterráneo para que la ubiquen en el mapa sin añadidos.

El alcalde agradeció al Govern y al Consell de Mallorca la recuperación de la Ley de Capitalidad, al tiempo que criticó al Gobierno de España por maltratar a los ayuntamientos, al recortarles competencias mediante la reforma local y obligarles a cerrar con superávit "al precio que sea".