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Investigación

Un detective privado destapó el robo de dinero en los párkings municipales

La empresa que gestiona los aparcamientos de la SMAP contrató a un investigador para que demostrara la presunta sustracción de efectivo - Seis empleados fueros despedidos

Uno de los aparcamientos municipales que gestiona la SMAP. Manu Mielniezuk

Las irregularidades en los aparcamientos públicos del Ayuntamiento de Palma eran uno de esos rumores que nadie había podido demostrar. Decía la leyenda que a veces faltaba dinero en la caja, pero nadie sabía ni cómo ni cuánto. Las sospechas provocaron que, en octubre del año pasado, la Societat Municipal d'Aparcaments i Projectes (SMAP) cambiara las reglas a la empresa que gestiona los estacionamientos municipales para que hubiera más control gracias a la convocatoria de un nuevo concurso público.

Y los controles funcionaron. Hace un mes seis empleados de la empresa adjudicataria fueron despedidos tras haber recopilado las pruebas que, a su juicio, demostraban de forma suficiente que habían metido la mano en la caja. ¿Cómo lo consiguieron? Según anunció en un primer momento el regidor de Movilidad de Cort, Joan Ferrer (PSOE), se pudo demostrar gracias a "controles de calidad", como el uso de mystery shoppers (clientes de incógnito). Pero las pruebas definitivas las lograron gracias a los servicios de un detective privado.

Se trata de Juan de Santiago, uno de los investigadores más veteranos de la isla y miembro de la agencia Detectives Récord. Tras detectar movimientos sospechosos en las arcas de la empresa municipal, fue a él a quien encargaron la delicada tarea de averiguar qué empleados podrían estar realizando prácticas irregulares con el dinero público.

El primer encargo que recibió se remonta a diciembre de 2015, cuando le solicitaron que visitara un primer aparcamiento de la SMAP. Al ver que los indicios eran ciertos, luego se extendió el trabajo a otros dos estacionamientos más. Las comprobaciones se efectuaron en los subterráneos de vía Roma, Antoni Maura y Santa Pagesa.

"La actuación de los encargados del aparcamiento fue muy seria y responsable. Gracias a eso, pudimos recoger pruebas irrebatibles, suficientes y sobradas de que al menos esos seis trabajadores se estaban quedando con el dinero de los tiques", explicó De Santiago a este diario.

La estrategia que siguió fue hacerse pasar por un cliente cualquiera. Dejaban un vehículo durante toda la noche dentro del aparcamiento para engordar el recibo. A la mañana siguiente iba a recoger el coche, pero no pagaba en el cajero automático. El detective se acercaba a la garita de los vigilantes de seguridad, explicaba que el cajero estaba averiado y pagaba en mano.

Los vigilantes de los aparcamientos pueden cobrar en efectivo y también tienen la posibilidad de emitir tiques de salida gratuitos para cualquier usuario. Según explica el detective, los trabajadores despedidos se quedaban con el dinero en efectivo sin registrar el cobro en la caja. Todo quedó grabado mediante dispositivos de cámara oculta y micrófonos. En algunos de los vídeos se veía la placa con el nombre de los trabajadores implicados. Con el objetivo de despistar a los cobradores, se dirigió al personal en inglés o les preguntó cómo llegar a sitios turísticos.

Controles reiterados

De Santiago realizó varias visitas a cada uno de los tres aparcamientos en turnos diferentes. "La mayoría de trabajadores tuvo un comportamiento adecuado y correcto. A las personas que demostraron no hacer las cosas como toca se las sometió a más de un control para eliminar la posibilidad de que fuera un fallo, un error o un despiste", agregó el investigador. Después de los controles de diciembre, se repitió la operación en febrero de este año.

En total, el investigador recabó pruebas contra seis trabajadores y por una cantidad que rondaba los cien euros. A todos ellos se les abrió un expediente disciplinario que finalizó con un despido. "Aún me sorprende que, cuando hay dinero, la gente mete la mano en la caja con una facilidad pasmosa", afirma el detective De Santiago, con más de 30 años de experiencia.

El robo de dinero en los aparcamientos se ha producido, al menos, una vez más. En la legislatura pasada, bajo el gobierno del PP, se certificó la sustracción de unos 700 euros por parte de un trabajador.

Para evitar que se produzcan nuevos robos, la SMAP evitará que los vigilantes puedan emitir tiques de salida cuando les plazca. También instalarán cámaras que vigilen la salida de los coches. Hasta ahora las matrículas de los vehículos solo se leían en la entrada, pero no al irse del aparcamiento, por lo que resultaba imposible controlar cuánto tiempo pasaba un automóvil en el interior de la instalación.

"Ese es el motivo por el que no se puede certificar si se ha robado más dinero de los tiques de la SMAP. Las inversiones para mejorar los aparcamientos servirán para que estas irregularidades no se repitan", comentó el edil Ferrer.

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