Son Gotleu ayer rompió un tópico. En la plaza que hay frente al centro de salud, quienes ayer miraban con detenimiento las obras no eran personas de la tercera edad, sino jóvenes escolares.

En ese mundo al revés de uno de los barrios más ignorados de la ciudad, son los niños quienes se han puesto manos a la obra para pensar cómo quieren que sea el espacio público.

Durante el último año, un grupo de alumnos el centro ocupacional Isla y de sexto de Primaria del colegio público Es Pont han trabajado juntos para diseñar la plaza de sus sueños. Fue una idea que nació de los profesores y que, para sorpresa de los docentes, el Ayuntamiento ha aceptado.

Las ideas de este grupo de jóvenes se ha convertido en un proyecto de obra y, durante el próximo mes y medio, Cort construirá la plaza que han diseñado entre los alumnos. El espacio que eligieron es la plaza del centro de salud, situada en el número 83 del camino de Son Gotleu. El lugar no tenía nombre y han propuesto que se llame plaza de la Esperanza.

Las obras para reformar el lugar costarán casi 24.000 euros y comenzaron ayer, cuando la hormigonera hizo acto de presencia para allanar toda la explanada. Antes el suelo era de gravilla y varios jóvenes del centro ocupacional Isla que se mueven en silla de ruedas propusieron que la superficie fuera lisa para que ellos también pudieran jugar.

Los operarios ayer se pusieron manos a la obra y en dos días el hormigón habrá fraguado. En las próximas semanas los niños pintarán las farolas y los obreros colocarán unos bancos de colores que han pintado los jóvenes de Isla y Es Pont. También decidirán dónde colocan unos juegos pintados en el suelo, como la rayuela, que estarán allí de forma permanente.

Las maestras que se han encargado de animar y guiar a los alumnos son Cati Jordà, de Isla, y Catalina Sbert, del CEIP Es Pont. La iniciativa la trabajaron en las aulas durante el curso 2014-15 y hace medio año la enviaron al Ayuntamiento de Palma. Ahora las actividades de reforma las convierten en talleres educativos. Hace unos días ayudaron a plantar flores y un árbol, y ayer aprendieron cómo se hace el hormigón.

La reforma colaborativa de una plaza pública tiene un precedente en el barrio de la Soledat. En 2008, alumnos del colegio público de la barriada hicieron una propuesta para mejorar la plaza de Sant Francesc Xavier.

El edil de Infraestructuras, Rodrigo A. Romero (Som), planteó que la idea se pueda extender a otros parques y plazas de la ciudad para que más niños participen en el diseño del espacio urbano.