La entidad conservadora del patrimonio Arca denunció ayer el descontrol y la falta de regulación en cuanto al diseño de las terrazas del centro histórico de Palma. Según esta organización cada comercio del centro histórico de la ciudad se rige "por su propia estética" y quien debería fijar las pautas es el Ayuntamiento. Arca considera que se contribuye a la "degradación y vulgarización" del casco antiguo y pierde "originalidad y personalidad".