El hijo de una vecina de Son Gotleu alertó a su madre el pasado sábado al mediodía. Al asomarse al balcón que da al patio de luces vio cuatro corderos. Merche, que así se llama la madre del pequeño, se quedó "extrañada" al ver el pequeño rebaño en un domicilio particular de la calle Santa Florentina.
La mañana del domingo, los cuatro animales habían sido sacrificados. Ante las protestas de los vecinos que se asomaron alarmados "ante el mal olor" que subía a sus casas, los propietarios taparon con sábanas la escena donde el rebaño fue sacrificado.
No está clara la nacionalidad de las personas que han llevado a cabo una actividad prohibida y que podría ser sancionada, aunque los vecinos sospechan que son rumanos. "En esta casa hay mucho movimiento de gente que entra y sale. Es imposible reconocerlos", indicaron.
Según los vecinos, ayer llamaron a la policía nacional y ésta les indicó que no era un asunto de su competencia. "Nos dijeron que llamásemos a la policía local. Hemos llamado al 010 esta mañana al ver, espantados, como estaban matando a los animales".
Antes de proceder al sacrificio, en el patio se puso unas velas y a los corderos se les colocó un collar de flores. Todo indica que se trata de la ceremonia de la Pascua Ortodoxa que se celebró ayer, y que conmemora la resurrección de Jesús y marca el final de la Cuaresma para los ortodoxos.
La noche anterior, el gran Sábado, en la medianoche, los fieles asisten a la vigilia pascual para celebrar la resurrección de Cristo y esperan en el templo encendiendo velas. Con todo, no está confirmado que el sacrificio de estos cuatro corderos en un patio de Son Gotleu se deba al ritual de la Pascua Ortodoxa.
Las ordenanzas prohíben tener animales de granja en casas particulares.
