La oficina de atención a la ciudadanía de la plaza de Santa Eulàlia cerrará sus puertas a partir del lunes para reformar las instalaciones. Las dependencias municipales estarán clausuradas durante un mes para reformar el sistema de aire acondicionado, que sufría repetidas averías desde 2012 y que dejó de funcionar desde hace más de un año.

Las obras costarán 130.000 euros y servirán para renovar la maquinaria de climatización de la planta baja y el sótano. Esa cantidad se distribuirá en 73.000 euros para la obra y 57.000 euros para los aparatos de aire acondicionado.

Aunque los trabajos se prolongarán durante dos meses, el área de Infraestructuras ha calculado que dentro de un mes ya podrá reabrir las oficinas de atención al público. La fecha prevista para la reapertura es el 26 de mayo.

Los aparatos de aire acondicionado del edificio municipal de Santa Eulàlia habían sido motivo de conflicto desde hace cuatro años por sus problemas de funcionamiento. Se trata de un sistema centralizado para todo el edificio, un inmueble que está fusionado con la casa consistorial de la plaza de Cort.

Tras acumular varias averías, la climatización dejó de funcionar el año pasado. Los funcionarios de Cort y algunos usuarios de la oficina se habían quejado por las elevadas temperaturas que debían soportar en verano, que en ocasiones superaban los 30 grados centígrados. Las largas esperas y el sol que entra por las vidrieras no ayudaba a rebajar el calor.

El Ayuntamiento de Palma tiene intención de sustituir toda la maquinaria de refrigeración del edificio de forma progresiva. La reparación íntegra del sistema asciende a unos 500.000 euros. Sin embargo, en esta primera fase solo se intervendrá en la planta baja, la más transitada del edificio. Por ello, la inversión actual se reduce a 130.000 euros.

Aprovechando el cierre de la oficina de atención a la ciudadanía, también se renovará la iluminación de la planta baja. Mientras duren las obras, los funcionarios serán trasladados a otras dependencias de atención al público para no colapsar los trámites, como la petición de certificados de empadronamiento o de residencia, el registro general, los cambios en el padrón o la emisión de tarjetas ciudadanas.