El proyecto del futuro bosque urbano de Palma, que se construirá alrededor del velódromo del Tirador y el antiguo canódromo, todavía no ha visto la luz, aunque se espera que a finales de este año puedan salir a concurso las obras de la primera fase. El Ayuntamiento está trabajando en el borrador de la zona verde y los vecinos del Fortí les pidieron anteanoche a los responsables de Urbanismo de Cort poder participar en el diseño del bosque.

En un acto organizado por Més per Palma, el regidor Antoni Noguera; el director general de Vivienda, Francisco Cifuentes, y el paisajista Antoni Martínez se reunieron con unos 40 vecinos del Fortí para explicarles el proyecto y recabar sus propuestas para la nueva fase de la cuña verde.

Entre los asistentes estaba el presidente de la Associació de Veïns Es Fortí, Salvador Maimó, quien reclamó que, "a diferencia de lo que paso con el parque de sa Riera, se tenga en cuenta la opinión de los vecinos para que no acabe siendo otra explanada de cemento".

Algunas de las propuestas que plantearon los residentes fueron las de construir más pasarelas que unan ambos lados del cauce de sa Riera, colocar árboles frutales en una zona, crear un hábitat que facilite que las aves aniden o integrar en el paisaje el cauce de sa Riera (como sucede con el torrente que cruza el Parc Bit) y permitir que se pueda pasear por él. También propusieron apadrinar árboles para que el bosque crezca lo más rápido y denso posible y que así los vecinos sientan que el espacio es de ellos. Otra de las ideas fue aprovechar el velódromo y lasgradas como espacio para realizar eventos vecinales, verbenas o conciertos.

El director general Cifuentes explicó que algunas de las peticiones que formularon los vecinos ya se han tenido en cuenta. Recordó que para este año tienen 500.000 euros presupuestados que servirán para ejecutar la primera fase de las obras, que incluirá realizar un fragmento del bosque urbano y rehabilitar el velódromo del Tirador, sobre todo el edificio que Gaspar Bennàzar diseñó. Ese espacio se aprovechará para que los vecinos del barrio puedan realizar actividades en su interior.

También intentarán que el agua depurada que circula por el torrente salga al caure a la altura del cementerio y pueda refrescar tanto el parque como la futura zona verde.

Combinación de árboles

Otro de los elementos que determinará el proyecto es el arbolado. En principio, la idea es mantener el paisaje ecléctico alrededor del velódromo con la misma vegetación con la que fue ideado: eucaliptus, sauces y pinos. Para crear zonas de sombra, colocarán almeces. Y cerca del canódromo optarán por pinos, robles, encinas y acebuches.

El regidor de Urbanismo, Antoni Noguera (Més), apuntó que el proyecto servirá para cumplir con un triple objetivo: "ampliar la cuña verde, preservar el velódromo y luchar contra el cambio climático".