La anunciada bonanza turística que trasladará -ya está empezando- 26,4 millones de turistas hasta finales de octubre ha provocado reacciones adversas, algunas alcanzan tal grado que acaban comparando a los turistas con "terroristas".

El centro histórico de Palma ha estrenado semana con varias pintadas contra el fenómeno de la que, algunos juzgan, "invasión" sin precedentes. La cifra es elocuente. Desde principio de mes, un avión aterrizará cada dos minutos. Así hasta finales de octubre.

Los escritos en fachadas, puertas de garaje, y mobiliario urbano cargan las tintas. Algunos señalan que "el turisme destrueix la ciutat".

La Asociación de Vecinos del barrio de la Seu ha querido desmarcarse de la protesta pese a mantener una actitud muy crítica ante algunas consecuencias de la saturación turística que les afecta de lleno. Cargan las tintas contra el Ayuntamiento.

"Los vecinos de la Seu son los primeros perjudicados por la falta de gestión por parte del ayuntamiento de Palma ante la masificación turística que padece el barrio y sus consecuencias, pero deploran que se degrade el patrimonio y se afee el barrio de esta manera", indicaron ayer a través de un comunicado.

Según ellos, alertaron a Cort sobre el hecho pero "se ha desentendido del problema alegando que son los vecinos quienes deben repintar sus fachadas y paredes. Emaya solo se encargará de limpiar las pintadas aparecidas en el mobiliario urbano". Por la tarde, Emaya dio orden de limpiar las pintadas.

"El barrio es patrimonio histórico y atractivo turístico y el peso de su conservación parece que recae exclusivamente en sus residentes", se quejaron los vecinos.

Estrategia

Algunos de los lugares elegidos para expresar el rechazo a la avalancha turística han sido estratégicamente elegidos. Es el caso de la Escuela de Turismo, emplazada en la calle Sol. Algunos turistas, incluso, le han tomado fotos a la frase tintada en negro y escrita en inglés: "Tourist go home, refugees welcome". En otras, la lengua elegida es el catalán: "El turisme destrueix la ciutat".

No es la primera vez que aparecen pintadas en la calle contrarias al turismo. Desde 2011, se han alzado algunas voces preocupadas ante las consecuencias que puede tener la arribada millonaria de viajares.

Sin embargo, esta temporada el aumento supone una llegada de más de 4,3 millones con respecto a la pasada temporada. El terrorismo árabe, la actual fragilidad de mercados competidores como Túnez, Turquía o Egipto es un factor determinante para elegir Balears. A lo que cabe sumar, la oferta del turismo vacacional, tanto legal como ilegal, que hacen su ´agosto´ alquilando segundas residencias o habitaciones en sus casas o pisos de Palma.