Los pescadores de la Confraria Sant Pere de Palma abrirán en cuestión de meses un punto de venta de pescado fresco donde podrá comprar toda la ciudadanía. Era una petición que desde hace años los profesionales reiteraban a la Autoritat Portuària de Balears que, tras el cambio en la presidencia, ha previsto dar el visto bueno a la iniciativa.
En la parada se venderá una pequeña parte de las capturas diarias como si se tratara de un puesto de mercado al aire libre. Falta concretar la ubicación exacta. De momento existen dos propuestas.
La primera es colocar una instalación en la calle del Contramoll, pegada al edificio de la lonja de pescado. Esta solución no implicaría realizar grandes obras, ya que podrían aprovechar la iluminación o el agua que se suministran a la lonja de pescado. El otro emplazamiento que han sugerido los pescadores sería junto a la zona ajardinada de la calle del Moll, cincuenta metros antes de llegar a la lonja.
Una de las premisas del punto de venta de la cofradía es que no le haga la competencia a la empresa gestora de la lonja, Opmallorcamar. Por ello, se comprometen a vender un pequeño porcentaje de las capturas y a un precio algo más elevado que en el mercado de los profesionales.
Los pescadores también han pensado un horario que no pueda entrar en conflicto con la lonja: abrir tres o cuatro horas por las tardes, después de que las barcas lleguen al puerto.
Aunque todavía quedan trámites burocráticos por solucionar, dan por hecho que en cuestión de meses la parada abrirá al público. Las cofradías de otros pueblos (por ejemplo, Andratx, Alcúdia o Sóller) tienen desde hace años un punto de venta al público, pese a no existir una regulación específica del Govern.
“Es una alternativa para sobrevivir sin recurrir a los subsidios o las subvenciones”, afirma el patrón mayor de la Confraria Sant Pere de Palma, Rafael Mas.
La Autoritat Portuària de Balears (APB) es el organismo que deberá concretar los detalles del futuro punto de venta. El presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, afirma que no pondrán impedimentos para la iniciativa de la patronal pesquera. “Les facilitaremos el lugar, pero hay que tener en cuenta que no solo depende de nosotros. Necesitan autorización de la dirección general de Pesca del Govern y de la lonja”, recuerda el responsable del organismo portuario.
También han logrado el apoyo del Ayuntamiento de Palma. El gerente de Urbanismo de Cort, Joan Riera, asegura que esta propuesta servirá para “recuperar los orígenes de la ciudad” y destacar “un atractivo del centro histórico”.
Abrir el puerto
Por ello, el consistorio respaldará la estrategia de la cofradía de pescadores para abrir el puerto a la ciudadanía. Además del punto de venta de pescado fresco, otra de las ideas que tienen en desarrollo es la pesca turismo. Consiste en organizar salidas en barcas de pesca junto a turistas para que puedan ayudar a los profesionales y luego llevarse algunos de los ejemplares a casa.
También quieren promover las visitas de colegios al muelle pesquero y dar un impulso a la celebración de Sant Pere, que se celebra en junio. Han solicitado al Ayuntamiento que las incluya en el programa de actos de las fiestas de verano de Palma.
