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Sa Torreta

25 años de paz para las ´sargantanes´

Un pedazo de Palma que no está en la ciudad. Cabrera, un subarchipiélago situado a tiro de piedra de ses Salines que, sin embargo, pertenece al término...

Los cañones guardan silencio desde hace un cuarto de siglo.

Un pedazo de Palma que no está en la ciudad. Cabrera, un subarchipiélago situado a tiro de piedra de ses Salines que, sin embargo, pertenece al término municipal de la capital. El 11 de abril de 1991, se cumple ahora un cuarto de siglo, el Congreso aprobó la declaración de Parque Nacional, la máxima protección que establecen las leyes españolas para la isla principal, los islotes adyacentes y las aguas que los circundan. La decisión partió de una iniciativa apoyada de forma unánime por el Parlament, que se aprobó con las abstenciones del PP y de Izquierda Unida en Madrid.

¿Por qué un parque nacional? Primero, por sus valores medioambientales. Sin embargo, durante años se había desatado una dura polémica que quedó reflejada en la ley. La isla había sido expropiada a principios del siglo XX a la familia Feliu por razones militares.

Durante la Gran Guerra fue zona de aprovisionamiento de submarinos; durante la Guerra Civil fue ocupada por las tropas de Bayo, que asesinaron a la familia de pescadores que allí vivía; durante la II Guerra Mundial, un piloto alemán se precipitó al mar y fue enterrado en el diminuto cementerio. En las décadas siguientes, el Ejército utilizó Cabrera para maniobras militares con fuego real. Una paradoja: la adscripción militar la había salvado de una muy probable especulación urbanística, pero al mismo tiempo, los ejercicios con disparos de artillería y fusiles amenazaban su rica y endémica flora y fauna.

Félix Rodríguez de la Fuente aprovechó la popularidad televisiva para abrir el debate de la preservación de Cabrera. Greenpeace se sumó a la petición del parque nacional. Al final la ley aprobada en tiempos de Felipe González tuvo que hacer encaje de bolillos. Cabrera se convertía en el primer Parque Nacional Marítimo-Terrestre del Estado, pero seguía adscrita a la Defensa Nacional. ¿Por qué? Para evitar una hipotética reversión a los Feliu al cesar los motivos por los que la isla fue expropiada. Los ecologistas se mostraron reticentes, pero lo cierto es que las sargantanes viven en paz desde hace 25 años.

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