La Fira de Son Ferriol se llenó, como todos los años en los que luce el sol, y acercó el mundo de la payesía a los urbanitas. Sin embargo, en esta XXIV edición hubo menos ambiente rural, ya que no se exhibieron animales de razas autóctonas, una de las mayores atracciones de la feria organizada por la asociación de Industria y Comercio del pueblo palmesano.

La inexistencia de fauna ovina, equina y caprina por la escasez de presupuesto fue compensada con una exposición de halcones y aves rapaces que encantó a los niños, quienes también pudieron divertirse en las atracciones que se instalaron para la ocasión, compitiendo en miniatura con la Fira del Ram.

La competencia de eventos durante la jornada de ayer (el Diumenge de l'Àngel y las ferias de Muro y Andratx) no deslució las calles de los ferriolenses, pese a que hubo una menor afluencia de paradas de comerciantes, en total unas 300, entre artesanía, gastronomía, decoración, ropa, complementos y otros productos manufacturados, sin olvidar la maquinaria industrial y agrícola, que es la esencia de esta feria. El evento fue inaugurado por los concejales de Comercio, Consumo y Distrito de Cort, así como los del PP y Ciudadanos.