La teniente de alcalde Ecología y presidenta de la Empresa Municipal d´Aigües i Clavegueram (Emaya), Neus Truyol, manifestó ayer que "los ciudadanos de Palma han sufrido una doble estafa con la recogida neumática de basuras", puesto que el sistema costó finalmente casi el doble de lo inicialmente previsto y, además, colapsó solo a los diez años de su puesta en funcionamiento, cuando se aseguró que tendría una vida útil de treinta.

Por ello, la teniente de alcalde se felicitó por la sentencia de la Audiencia Provincial, adelantada por DIARIO de MALLORCA, por la que las empresas instaladoras de este sistema de recogida, Envac Iberia y Urbaser, han sido condenadas a indemnizar a EMAYA con 25 millones de euros más los intereses, y al pago de los 250.000 euros de las costas del juicio.

Truyol recordó que inicialmente el proyecto contemplaba un gasto de 14 millones y finalmente costó casi el doble, en concreto 26,6 millones. Además, a partir de 2005, solo tres años después de su puesta en funcionamiento, los gastos de mantenimiento, conservación y reparación se "dispararon".

En 2005 Emaya por este concepto tuvo un gasto por valor de 135.972 euros; 204.125 en 2006; 363.367 en 2007; 312.534 en 2008; 165.001 en 2009; 363.982 en 20010 y 516.854 en 2011. Además, adicionalmente se tuvo que crear un servicio de refuerzo con el fin de recoger los desperdicios que se quedaban diariamente fuera de los buzones, con un gasto anual de 300.000 euros más.

Ahora las instaladoras disponen de un plazo de 20 días para presentar un recurso de casación ante la Audiencia. En el caso de que este recurso se produzca se prevé que esté resuelto en el plazo de varios meses. Si el tribunal acepta la existencia de algún motivo de casación ­„algo que desde la empresa municipal se considera poco probable„ las instaladoras podrían recurrir al Tribunal Supremo.

Mientras tanto, Envac y Urbaser deberán asumir el coste de los intereses de demora cuyo porcentaje es del 5,5% anual. Por ello, y a la espera de la resolución de los posibles recursos que se puedan presentar, Emaya no va a solicitar, por el momento, la ejecución de la sentencia.

No obstante, según Truyol, ayer mismo comunicó a la empresa adjudicataria de la supresión de los buzones de la recogida neumática que ya puede proceder también a la retirada de las 26 válvulas que aún permanecen sin desmontar en distintos puntos del centro histórico, por si se ordenaba la práctica de alguna prueba pericial.

De esta forma, cuando se hayan retirado estos elementos, que junto a los buzones tendrá un coste de 300.000 euros, quedarán como restos del sistema fallido la red de aproximadamente 14 kilómetros de tuberías metálicas subterráneas, además de la central de recogida situada en el subsuelo de la Costa del Gas. Según Truyol en un futuro se podría estudiar alguna utilidad para estas tuberías subterráneas.

Para la antigua central ya se dispone de un uso, puesto que se prevé que se convierta en el centro de operaciones del nuevo sistema de recogida selectiva móvil, que va a sustituir a la neumática. De esta forma, las plataformas que repartirán los contenedores de recogida selectiva en el centro de la ciudad tendrán su base en esta central subterránea.

También se prevé utilizar este espacio para guardar la maquinaria de limpieza que opera en el centro de la ciudad. En estos momentos la empresa está trabajando en la elaboración de los pliegos de condiciones para la convocatoria del concurso para el suministro de las plataformas y contenedores por un importe de 2,3 millones. Se prevé que el nuevo sistema esté en funcionamiento a partir del próximo mes de noviembre.