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Psicología

Terapia contra el miedo en la policía montada

Una joven de 25 años que temía a los caballos supera su pánico tras visitar las cuadras que Cort tiene en Bellver

Jasmina junto a su madre, Teresa Doblado, y un agente de la policía montada de Palma.

Patrullar por el centro de Palma y vigilar el bosque de Bellver son las principales tareas de la policía montada de Palma, una unidad de la Policía Local compuesta por una veintena de agentes con la peculiaridad de que trabajan con caballos. Pero entre sus misiones tienen otras actividades más desenfadadas. Y no son precisamente tener que aguantar a todos los turistas que se quieren hacer fotos con un agente montado a caballo.

Dos veces por semana la policía montada abre las puertas de sus instalaciones en el bosque de Bellver para que sean visitadas por la ciudadanía. Habitualmente son asociaciones y colegios quienes se adentran en las cuadras del Ayuntamiento de Palma. Pero hace una semana tuvo lugar una visita todavía más especial.

El sábado pasado una joven de 25 años con pánico a los caballos fue al establo de la policía montada. Era la segunda vez que Jasmina entraba en las instalaciones. En la primera ocasión realizó una visita en grupo y el monitor logró que ella tocara los caballos.

Tras conocer su caso, los agentes se pusieron en contacto con su madre, Teresa Doblado, a través de las redes sociales. Invitaron a ambas a realizar una visita privada y personalizada en la que un monitor les acompañó a ver a los caballos.

"Mi hija es tetrapléjica y, cuando veía a un caballo, se ponía tan nerviosa que casi se caía de la silla. Teníamos que salir corriendo del terror que sentía. Pero en la policía montada se portaron de maravilla y fueron muy amables con mi niña", explica Doblado.

Durante el paseo por las instalaciones de Bellver, visitaron los caballos y les explicaron la historia de la unidad montada y de los caballos. "La niña en ningún momento tuvo miedo. Yo aluciné, porque no me lo esperaba. Estuvo toda la tarde feliz", agregó la madre.

El agente de la policía montada Antoni Ferrer es quien, con más frecuencia, realiza las visitas guiadas por las caballerizas. Los martes y jueves por la mañana reciben a los visitantes. La mayoría son grupos escolares de Infantil y Primaria.

"Les explicamos qué hace la policía montada. Sacamos a un caballo para que lo vean de cerca. Y les hablamos de los peligros de acercarse a un caballo como si fuera un conejito, porque es un animal de 500 kilos y tiene mucha fuerza", comenta el funcionario, que lleva más de 25 años en la unidad ecuestre.

Las visitas a las cuadras sirven para que los pequeños se relacionen mejor con los caballos, aunque, al ser grupos grandes, no es habitual que los niños toquen a los animales, como pudo hacer Jasmina para ayudarla a superar su miedo.

También les enseñan qué comen los trece caballos que trabajan para el consistorio palmesano o les explican cómo miran y oyen estos animales.

Después de las actividades infantiles, los policías y los equinos vuelven a sus tareas oficiales de patrulla. Aunque también sacan tiempo para preparar acontecimientos especiales, como el carrusel ecuestre que se celebrará este domingo con motivo del Diumenge de l'Àngel.

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