"La estafa de la recogida neumática de basura ha acabado". Así de explícita se manifestó la presidenta de la Empresa Municipal d´Aigües i Clavegueram (Emaya), Neus Truyol, tras conocer ayer que la Audiencia de Palma ha confirmado en todos sus extremos la sentencia de primera instancia por la que se condena a Envac Iberia y Urbaser a indemnizar a la compañía pública con 25 millones más intereses por el fiasco del sistema de la recogida neumática de basuras. El tribunal además ha condenado a las instaladoras al pago de las costas, tal y como ha publicado hoy en exclusiva Diario de Mallorca.
Si bien Envac y Urbaser aún pueden interponer un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, desde la empresa pública se da prácticamente por hecho que lo perderán y, en consecuencia, deberán abonar la cantidad estipulada por daños y perjuicios a Emaya.
Por eso, en los próximos días los responsables de la empresa municipal junto al gabinete de abogados que han llevado este caso desde el principio, deberán decidir si solicitan la ejecución de la sentencia o si, por el contrario, esperarán a la finalización de todo el proceso.
Hace unos meses se rechazó la petición del grupo municipal del PP para ejecutarla y hacer efectivo el abono de 25 millones porque era más beneficioso para las arcas públicas esperar a la concreción de los recursos e ir acumulando los intereses judiciales.
La presidenta de Emaya y teniente de alcalde de Ecología y Bienestar Animal, Neus Truyol, manifestó, tras el conocer el fallo, que se trata de una "gran noticia para la ciudad, porque recuperaremos 25 millones más intereses y se habrá acabado con la estafa de la neumática".
Pero aún quedarán secuelas, puesto que todavía se debe proceder a la retirada de las bombas de succión, algo que se podrá realizar sin problemas a partir de ahora.
La sentencia del juzgado de primera instancia, ratificada ahora por la Audiencia, señalaba que el sistema fue construido para que tuviera una vida útil de 30 años. No obstante, a los 10 colapsó, sin que, en fase de juicio, se pudieran determinar con exactitud las causas. No obstante, el juez hizo suyos los argumentos de Emaya, en el sentido de que el sistema fue "mal proyectado y mal ejecutado", dando como resultado que su vida útil fuera solo de un tercio de la asegurada en el contrato inicial.
El sistema de recogida neumática de basuras entró en funcionamiento en una primera fase en una parte del centro histórico de la ciudad en 2002. En 2005 comenzó a funcionar una segunda fase. La inversión total, incluyendo la construcción de la central de recogida instalada en el subsuelo de la Costa del Gas, supuso un gasto de 26,6 millones, 12,2 aportados por la Unión Europea en concepto de subvención.
Diez años después de su puesta en funcionamiento, en mayo de 2012, el sistema colapsó debido, según Emaya, "a la corrosión generalizada" que afecta a la práctica totalidad de los 14 kilómetros de tuberías subterráneas instaladas.
Las instaladoras, por su parte, rechazaron que la corrosión les sea imputable y sostuvieron en el juicio que es debida a una incorrecta operación de la red y a un deficiente mantenimiento preventivo y correctivo, del que se encargaba Emaya desde 2005. A partir del pasado mes de octubre la empresa municipal procedió a la retirada de los buzones de recogida.
