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Sa Torreta

La ´Cinta sobre el mar´ y ´El río celeste´

¿Sabe en qué lugar de Palma está la Cinta sobre el mar? ¿Sería capaz de recordar dónde se encuentra el Río celeste en el círculo? Vayamos con...

Escultura ´Río celeste en el círculo´ guillem bosch

¿Sabe en qué lugar de Palma está la Cinta sobre el mar? ¿Sería capaz de recordar dónde se encuentra el Río celeste en el círculo? Vayamos con algunas pistas. Sepa en primer lugar que nacieron en 1991. La segunda es que se han movido muy poco en sus 25 años de existencia. La tercera: tanto la cinta como el río son duros como el acero corten o el inoxidable. La cuarta: probablemente los ha visto decenas, cientos o miles de veces, pero quizás no les ha prestado la atención que se merecen. Quinta y última ayuda para resolver la adivinanza: su padre es Enrique Salamanca.

La respuesta correcta es que se trata de dos esculturas que se colocaron en la mediana del último tramo de la vía de cintura, en las rotondas de los caminos de la Vileta y Son Rapinya. Con la ampliación de la autopista, fueron trasladadas hacia Son Dureta, una muy cerca de la salida y otra en un lateral sobre una pequeña loma. Este cambio se produjo cuando el incremento de carriles se comió la mediana.

El artista, nacido en Cádiz en 1943, ha mantenido una larga relación con Mallorca. Declarado admirador de Joan Miró, cuando la conselleria de Obras Pública le encargó estas obras, residía en Andratx. Buscó la inspiración en el lugar, ahora distinto, en el que se iban a ubicar sus esculturas porque “la obra situada en un espacio abierto debe tener una fuerza especial para no mimetizarse completamente. No se trabaja igual si el paisaje condiciona el resultado”. Salamanca siempre se preocupó por la relación entre arte y urbanismo.

Las esculturas de las rotondas y carreteras suelen pasar desapercibidas. Quizás esta sea su auténtica función, estar ahí sin ser vistas. Si distrajeran la atención de los conductores, se dispararía la siniestralidad en la red viaria. Hoy hay cientos de monumentos en medianas y arcenes. Solo nos fijamos en ellos cuando son horrorosos -algo que ocurre con cierta frecuencia- o son obras artísticas de nivel. Las de Enrique Salamanca, que están entre las más antiguas obras colocadas junto al asfalto en Mallorca, pertenecen a la segunda categoría.

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