No hay saetas, no hay llantos. Hay devoción. Recogimiento. La Semana Santa en Mallorca es austera. Empezó este viernes con la procesión de los Estandartes. Hoy, Domingo de Ramos, la cofradía de Santiago, dejará su estela blanca y roja en la procesión que es de su responsabilidad. Son los custodios del paso de la Entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Una persona, una mujer, tiene un protagonismo clave. María Asunción Estarellas Veñy -Palma, 1969- es integrante de la junta de su cofradía, vocal, y responsable a su vez de los arreglos florales de los tres pasos. Además la organización, poner orden entre los 86 peregrinos -los niños-, es su cometido. Hay quien asegura que "Maria Asun ha conseguido que muchos pequeños se hayan apuntado a la cofradía de Santiago". Ella sonríe. Está orgullosa de este trabajo que como creyente asume "desde la fe". Le viene de familia.
-¿Por qué se hizo cofrade, cuántos años tenía?
-Mi abuelo materno fue escolar de Sant Jaume desde pequeño y estuvo hasta que se jubiló. Aquí estaba su casa. Vivían pegados a la sacristía. Yo iba desde pequeña a su casa, y aquel ambiente me gustó. Empecé a ir a la cofradía por tradición familiar. Mis abuelos, mis tíos salían de procesión. Yo, a mis 18 años, que es la edad que tenía cuando empecé, me dijo: ¿Por qué yo no? Salí unos años pero lo tuve que dejar por problemas en la espalda. Salía y me quedaba muerta. Seis años atrás, tomé la decisión de volver aunque me doliera la espalda.
-¿Lo suyo es penitencia pura o simplemente fe?
-Soy religiosa y salir de procesión como cofrade en Semana Santa es completar las fiestas. ¡No sabría cómo explicarlo, pero es darle sentido!
-¿Había más mujeres o abrió brecha?
-La primera mujer en una cofradía de Palma salió en 1984. En la nuestra, la de Santiago, nos apuntamos dos en 1986. Al apuntarme no había casi ninguna. Yo llegaba, hacía la procesión y me iba. No conocía a nadie. Ahora ha cambiado radicalmente.
-¿Qué aportan las mujeres a un mundo que ha estado monopolizado por hombres?
-Creo que las mujeres hemos hecho que la Semana Santa cobrase más auge. Hubo un tiempo que decayó. Hoy casi somos la mitad que ellos. En nuestra cofradía, por ejemplo, somos 109 penitentes, de los que 40 somos mujeres. Y entre los peregrinos -los niños- que son 86 hay 49 niños.
-De acuerdo, pero los cargos siguen estando en manos de los hombres. ¿Qué opina?
-Bueno, sí pero quién no te dice que no cambie. Si las mujeres han alcanzado el poder en político, ¿porqué no una mujer presidiendo las cofradías de Palma?
-¡La veo postulando...!
-(Risas) Estoy muy bien donde estoy.
-¿Es un mundo machista?
-No lo diría. En nuestra cofradía no, aunque sí que es cierto que los papeles que tenemos son más propios de mujeres como arreglos florales, que por cierto hago yo, y me encanta; y que en la junta hay más hombres que mujeres, pero si es cierto que nos encomiendan labores 'más femeninas', el presidente de la junta viste a la Virgen de la cofradía. Sé que hay una cofradía, cuya junta está presidida por una mujer. Estamos viviendo en un mundo cambiante, y eso también se refleja en la Semana Santa.
-¡Pero no se alumbrarán con led! Finalmente ha habido fumata blanca y al final, van a salir con cirios de cera. ¿Qué opina de que les pidieran pagar un seguro para amortizar las denuncias por accidentes que se producen por la cera de la Pascua?
-¡La Semana Santa es cera! Esa es la tradición, y se ha de mantener. ¿Salir con luces artificiales? Ni hablar. Si al final lo hubieran dicho, creo que de una u otra manera habríamos buscado una solución al tema de la cera. Pero no hay discusión a salir con cirios led.
-¿Conoce otras Pascuas, ha visto las andaluzas?
-¡Qué va! Solo por la televisión. Si las hubiera visto en directo, no podría haber participado en la Semana de pasión con mi cofradía. No quiero perderme lo que me gusta.
-Fe aparte, ¿le engancha el espectáculo o qué?
-No, a mí lo que me hace ir es el tema religioso. Para mí las procesiones son actos de fe y de penitencia que los cristianos celebramos para recordar la pasión de Cristo.
-¿Nunca ha tenido dudas?
-(Cabecea un segundo) Cuando estás apurada y algo no te sale... pero al cabo de poco, me vuelvo a 'enganchar'.
-¿Alguna vez ha salido descalza o con cadenas?
-No, nunca. Salen los que han hecho una promesa. Es secreta. Nunca se les pide cuál es.
-Las procesiones de Palma están contagiándose de las andaluzas, con el baile de los pasos, alguna que otra saeta... ¿Qué opina usted, le gusta o cree que hay que seguir celebrándola 'a la mallorquina'?
-Yo prefiero la manera de desfilar de Mallorca, más austera. Es la que conozco, y a ella estoy acostumbrada. Pero respeto que cada comunidad lo celebre con sus tradiciones.
-¿En un mundo tan cambiante, se imagina una Pascua virtual?
-No, nunca. Además no creo que ocurriese porque cada vez hay más gente joven que se apunta de cofrade y niños, de penitentes.
-Pero las iglesias están vacías de jóvenes.
-Es cierto en muchos casos. El cura debería animar a la gente joven a participar.
-¿Cree que Mallorca es religiosa?
-Creo que sí.
-¿Cómo ve usted el mundo a través de un capirote? Es una privilegiada, ver sin ser vista.
-Cuando salgo de procesión veo a los turistas que no saben muy bien lo que están viendo; en el lado opuesto veo a los que sí asisten sabiendo de qué va y que miran con enorme respeto el paso de las cofradías.
-Hay quien piensa que los penitentes son masoquistas. ¿Qué les diría?
-Pues que para nada, la fe hace que superes las horas de desfilar, las paradas, las esperas a que lleguen los pasos.... Compensa todo.
-¿Cuál es su procesión favorita?
-La del Jueves Santo, sobre todo cuando esperamos que la Sangre pase a su regreso a la iglesia, ya casi al final de la procesión. Ponemos el paso de la Virgen en el portal mayor de la iglesia de Sant Jaume y al pasar el Cristo de la sangre, lo giran. Ese momento te pone la piel de gallina.
-Descríbame su cofradía, la de Santiago
-Es una cofradía señora y a la vez, sencilla.
