La Associació per a la Revitalització dels Centres Antics (ARCA) ha insistido en la necesidad de conservar el monumento de sa Feixina, que "está adaptado a la Ley de Memoria Histórica" desde el año 2010.

Según ha señalado en un comunicado, la adaptación fue "por unanimidad de todos los partidos políticos y se produjo cuando gobernaba la izquierda". Es otro de los argumentos en contra del derribo del monolito, dentro del campaña que ha iniciado ARCA en su defensa. También que dichas obras costaron 39.000 euros y supuso la retirada el escudo y las letras habituales de la "parafernalia" franquista.