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Bono

La tarjeta turística Palma Pass solo vende una quinta parte de lo previsto

La empresa que comercializa el pase integrado de transportes y museos esperaba vender 10.000 unidades durante el primer año, pero solo se han llegado a las 2.000 - En mayo quieren ofrecer una versión más barata y otra para familias

La oficina de información turística del Parc de la Mar, en una imagen de archivo. M. Massutí

La tarjeta turística Palma Pass tenía que poner a la capital de Mallorca "al nivel de cualquier ciudad de referencia". Las palabras son del exregidor de Turismo, Álvaro Gijón (PP), durante la presentación del bono integrado para visitar museos, usar el bus de la EMT y obtener descuentos en comercios y restaurantes.

Las expectativas del Ayuntamiento de Palma eran muy elevadas para este producto turístico oficial. Neoturismo, la empresa que ganó el concurso para comercializar la tarjeta, afirmó que "las estimaciones de venta son de 17.000 unidades al año", teniendo en cuenta "el volumen de visitantes de la ciudad". Para el primer año se rebajó la cifra a unas 10.000 unidades. Sin embargo, la realidad ha sido muy distinta a la que preveían los gobernantes: en el primer año de vida de la Palma Pass se han venido solo 2.000 de las 10.000 tarjetas esperadas.

"No está funcionando bien. Las ventas están muy por debajo de las expectativas y del plan de negocio que nos presentó la empresa", explica a este diario el gerente de la Fundació Turisme Palma de Mallorca 365, Pedro Homar.

El contrato de la tarjeta acaba en octubre de este año, aunque se puede prorrogar hasta 2018. La intención es mantener el producto, que también existe en ciudades como Barcelona, Madrid, París, Londres o Nueva York. Pese al fiasco en ventas, la tarjeta reporta ingresos a las arcas de la fundación turística.

"A nosotros nos cuesta cero euros. La empresa adjudicataria nos paga una cantidad fija y una variable. Aunque se hayan vendido pocas tarjetas, hemos recibido una comisión de unos 25.000 euros. Eso es más de la mitad de lo que le cuesta a la fundación contratar una agencia de relaciones públicas durante todo un año. Es cierto que no ha cumplido las expectativas, pero no por ello descontinuaremos la Palma Pass", agregó Homar.

La tarjeta turística oficial de la ciudad salió a la venta en octubre de 2014 con un catálogo variado de servicios. Incluye la entrada gratuita a diez museos y monumentos de la ciudad, así como descuentos de entre el 10% y el 50% en otros lugares de interés turístico, comercios, restaurantes y visitas guiadas por la ciudad. También sumaba un bonobús de diez viajes y un trayecto de ida y vuelta en la línea del aeropuerto.

Dos modalidades nuevas

La única condición es disfrutar de los descuentos en un tiempo limitado. La tarjeta de 48 horas cuesta 34 euros, mientras que la de 72 días asciende a 41 euros. Sin embargo, la fundación turística cree ahora que el precio era demasiado elevado para el perfil de turista que compra este producto y estudia sacar al mercado dos variantes nuevas a partir de mayo.

"Sí o sí hay que tener una tarjeta integrada, porque es parte del turismo urbano. Estamos repensando el producto con Neoturismo y ya tenemos un par de ideas y de variantes, que pasan por hacer una tarjeta más flexible en la que cada persona pueda escoger los servicios que quiera utilizar para que el precio sea más económico", señaló el gerente.

Además de la tarjeta flexible, también estudian una variante familiar. "Si tienes un destino como Platja de Palma, donde el 90% del turismo es familiar, tienes que darles una tarjeta familiar. El padre o la madre no comprarán una tarjeta para ellos y dejarán a los niños en los hoteles", concluyó Pedro Homar.

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