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Sa Torreta

El Ram, una feria peregrina

El Ram nació en la calle Sant Miquel, aunque entonces era el Camí de la Síquia. Allí estaba el convento de Santa Margalida, que desde finales del siglo XV...

Las luces del Ram iluminan el futuro Parc de la Mar. TORRELLó

El Ram nació en la calle Sant Miquel, aunque entonces era el Camí de la Síquia. Allí estaba el convento de Santa Margalida, que desde finales del siglo XV guardaba una reliquia de la Santa Faz. El Domingo de Ramos era una de las ocasiones en que se mostraba la imagen a los fieles, que se congregaban masivamente. De forma espontánea llegaron los puestos de venta. Primero con objetos religiosos y después con utensilios de cocina o frutos secos.

Tras la desamortización de 1835, la reliquia fue trasladada al convento de la Concepció. Los vendedores ocuparon esta calle y se expandieron hasta la fuente de las Tortugues.

El espacio era tan limitado que se decidió trasladar los tenderetes a la plaza de l'Hospital. Un espacio también limitado. Con los años bajaron la cuesta y ocuparon la Rambla. En este paseo aparecieron las primeras atracciones infantiles. El derribo de las murallas propició que la cita se expandiera detrás de los institutos, donde se instalaron atracciones espectaculares como un tobogán con el nombre de Butifarra. Los estudiantes de los institutos, La Salle o La Pureza de los años 60 hacían más fullet que nunca cuando las atracciones se instalaban en las inmediaciones de los colegios.

Los automóviles coparon las avenidas y el paseo central desapareció. Durante unos años, entre la construcción de la autopista del aeropuerto y las obras del Parc de la Mar, las luces de neón se instalaron en la explanada formada a los pies de la catedral. A esta época corresponde la foto de Torrelló, que recoge el dinamismo de carruseles, coches de choque y norias. El Parc de la Mar fue inaugurado el 12 de octubre de 1984. Los feriantes ya se habían ido con la música a otra parte.

Primero al Polígono de Llevant y después a un solar frente al hospital psiquiátrico. La ubicación tampoco pudo ser definitiva porque el Parc de sa Riera llevaba un siglo a la espera de hacerse realidad, cuando a principios del siglo XXI se emprendieron los trabajos. Nueva mudanza y peregrinación. Esta vez hacia Son Fusteret. ¿Hasta cuándo? ¿Hasta que la Santa Faz decida?

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