Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sa Torreta

Edén Mar, oro en la Fertilizadora

Los edificios previstos para Edén Mar.

La Fertilizadora de Portopí, una factoría de productos químicos de Joan March abierta en 1920, dio pie a una agria batalla política y judicial entre poderes económicos enfrentados de Mallorca: Salas contra March. Los diputados en las Cortes fueron peones de una disputa que se presentó como la primera lucha ecologista de la isla. Una polémica sobre contaminación, que en realidad ocultaba el enfrentamiento entre la vieja política y la nueva -suena actual, ¿verdad?-. La primera estaba representada por los estertores del maurismo, la segunda por los partidarios de en Verga, símbolo del capitalismo emergente.

Años después, la Fertilizadora dejó de funcionar y en su lugar quedó un inmenso solar de medio millón de metros cuadrados en primera línea del Marítim. Los alquimistas de los años 60 podían lograr ahí lo que no consiguieron encerrados en la torre de l'Àngel de la Almudaina: convertir las piedras en oro.

En esta tarea se afanó el arquitecto Antonio Lamela, uno de los más prestigiosos del país, cuando a principios de 1966 presentó el proyecto de urbanización de los terrenos de la Fertilizadora, un lugar llamado Edén Mar. Se trataba de construir nueve edificios, algunos de 62 metros de altura, para crear un complejo para 4.500 personas. Se presentaba como una alternativa ecológica -siempre el mismo argumento- frente a los seis mazacotes uniformes con calles estrechas previstos en las ordenanzas municipales. Edén Mar prometía respetar las vistas de Bellver y solo tapar "trozos de cielo y construcciones sin interés". Era, según sus autores, una "aportación española al urbanismo mundial". Se concebía con dos canchas de tenis, guarderías, piscinas, escuelas y, por supuesto, iglesia. El plan destacaba por "la graciosa euritmia de las construcciones proyectadas, separadas por calles de 40 metros y otros espacios de libre uso público".

No llegó a ejecutarse, pero en la zona tenemos hoy la torre de la curva de Portopí y otros edificios en altura. Lo que no encontramos por ninguna parte son las "zonas libres". La misma historia de siempre.

Compartir el artículo

stats