Los trayectos con el vehículo privado en el centro histórico de la ciudad se han incrementado en un 7% debido en gran medida, según reconoce el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Palma, Joan Ferrer, a la falta de vigilancia en las Áreas de Circulación Restringida a Residentes (Acires).

Por ello, el responsable de tráfico de Cort anunció en la Mesa de Movilidad celebrada ayer la implantación de cámaras de videovigilancia para controlar los accesos en las zonas restringidas a los residentes que aún no disponen de ellas. Ferrer rechazó la reimplantación del sistema de pilones retráctiles reclamado por algunas asociaciones vecinales.

En la Mesa de Movilidad celebrada ayer se dio a conocer el informe sobre el estado de movilidad de la ciudad correspondiente a 2014, año en el que se aprobó el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), con vigencia hasta 2020. También se presentaron las principales actuaciones realizadas por el área de Movilidad realizadas desde el pasado mes de julio hasta febrero de este año.

La Mesa de Movilidad es un órgano de participación de todas las entidades implicadas en la movilidad de Palma, que incluye las distintas áreas del Ayuntamiento, los concejales de la oposición, representantes de las patronales de comercio, asociaciones ecologistas, vecinales, transportistas y de taxistas, entre otras.

El incremento del tráfico en el centro histórico se detectó en 2014 en relación a 2013. Según el concejal Joan Ferrer, se trata de un dato que no es positivo puesto que el parque de vehículos en este mismo período de tiempo además bajó en un 2%.

Este incremento de los desplazamientos en el centro de la ciudad se debe reducir, tal como se especifica en el PMUS, un documento que es de obligado cumplimiento. Por ello, además de aumentar los controles en los accesos de los Acires, se incrementarán las señales con el fin de que los conductores sean más conscientes de que en estas zonas no pueden circular si no son residentes y los discos que limitan la velocidad en el centro histórico a 30 kilómetros a la hora, con el fin de pacificar el tráfico rodado y facilitar el desplazamiento peatonal. Según el concejal no se prevén más peatonalizaciones en esta zona de la ciudad. Otra de las medidas de pacificación del tráfico consiste en la prohibición de aparcar en determinadas zonas del centro histórico como ya se ha producido en el mirador de la Seu, zona en la que se han prohibido los 26 estacionamientos existentes.

Los desplazamientos en bicicleta aumentaron en un 6%, cifra positiva, que indica que se ha de continuar trabajando en esta línea", según Ferrer, mientras que el transporte público solo subió un 2%, "porcentaje que demuestra que debemos seguir haciendo esfuerzos para promocionarlo y conseguir que sea una alternativa de calidad", manifestó.

Carriles bici

En relación a la promoción de los desplazamientos en bicicleta una de las cuestiones que tienen que resolverse contando con la opinión de los miembros de la Mesa de Movilidad, consiste en si los nuevos carriles para bicicletas se deben ejecutar separados de la calzada o, por el contrario, incrementar las calles en las que los vehículos de dos ruedas tengan preferencia.

En el transcurso de la Mesa de Movilidad se presentaron también seis talleres participativos incluidos en el PMUS, que, en palabras del concejal, "permitirán extraer conclusiones para tomar decisiones". Se realizará un taller de Acires, en el que se explicará en qué consisten y cómo funcionan y otro sobre la movilidad en las Avenidas. Un tercer taller tratará sobre las medidas estratégicas para la gestión del tráfico en moto; otro sobre el funcionamiento de los ejes cívicos actuales y su comportamiento y un sexto sobre la infraestructura ciclista.