Antònia Martín reconoció ayer que fue "un error" otorgar una beca universitaria a su marido, Miquel Capó. Explicó que fue ella misma quien avisó a la UIB de que existía una causa de abstención en el procedimiento de adjudicación de la beca, por lo que se elaboró un informe jurídico que constituyó un segundo tribunal de selección. Martín aseguró que ella solo formó parte del primer tribunal en calidad de vocal (en el pasado pleno de enero dijo que había actuado como secretaria, no como vocal). Tras repetirse el procedimiento, ella firmó la concesión de la beca a su pareja, lo que ayer calificó de trámite "puramente administrativo", reiterando que ella no fue quien seleccionó al becado.

La concejala recordó que los hechos, que se remontan a 2009 cuando ella presidía el Colegio Oficial de Enfermería de Balears, no fueron denunciados ante los tribunales. Aclaró que, de los 30.000 euros de la cátedra, solo una parte fue para pagar a su marido. También explicó que la plaza era para un titulado en Filosofía (los estudios que tiene Miquel Capó) o Psicología porque querían a un experto en investigación académica. Dijo que ella participó en la redacción de las bases de la convocatoria, pero negó que se tratara de un caso de nepotismo.