Once de la mañana y un grupo de casi 40 ciudadanos espera a las puertas de Cort para realizar la primera visita guiada gratuita por el interior del histórico edificio que tiene por sede el Ayuntamiento de Palma. Lo de que sea la primera visita guiada es discutible (se han hecho muchas jornadas de puertas abiertas con anterioridad, con y sin guías), aunque en esta ocasión será la primera vez que se realicen de forma periódica: todos los domingos a las 11 y las 12 horas.

El alcalde de Palma, José Hila, dio la bienvenida al grupo de residentes y turistas que estrenaron esta iniciativa impulsada por el tripartito. "Muchos ciudadanos me habían dicho que nunca habían visto la parte más bonita del edificio", explicó el munícipe.

El guía de las visitas, Joan Avellaneda, le tomó el relevo y se encargó de dar las explicaciones históricas. La ruta comenzó por la fachada de Cort, que data del siglo XVII y es de estilo barroco. Comentó que el gran ventanal de la planta baja antes servía como escenario de conciertos y obras de teatro. "Lo más espectacular es el voladizo de pino rojo. Los atlantes sujetan con fuerza el tejado mientras que las cariátides acogen a las personas que vienen al Ayuntamiento", agregó.

En el vestíbulo contemplaron un arco gótico, el único vestigio del edificio original de la Universitat de la Ciutat i Regne de Mallorca -la institución predecesora del Ayuntamiento de Palma, que gobernaba en toda Mallorca-.

La escalinata de honor fue otro de los puntos de interés. Frente a ella se proyectó construir un gran portal, pero la fachada de Cort estaba protegida como monumento nacional. "Se levantó tal alboroto que no se hizo el portal. Luego Gaspar Bennàzar se convirtió en arquitecto municipal y preservó la fachada", apuntó el guía.

Las vibras, los maceros, la cimera y el pendón real, el murciélago o el escudo son algunos de los símbolos de la antigua Corona de Aragón que Avellaneda desgranó durante el recorrido, que tuvo una duración de 45 minutos.

En la planta noble de Cort los visitantes pudieron contemplar los cuadros y tapices, así como una espectacular lámpara de cristal de Murano situada en la antigua antesala del despacho del alcalde, un espacio que ahora se utiliza de forma excepcional.

La visita guiada finalizó con el arcón de las insaculaciones, un antiguo mueble que se utilizaba una vez al año para escoger a los representantes del Ayuntamiento, y la visita a la sala de plenos y sus elementos arquitectónicos.

El pequeño Ferran Marí, de 6 años, ocupó el sillón del alcalde por unos minutos. Su hermano mayor, Joan Marí, dijo haber disfrutado de la visita. Lo mismo opinó Carmen López, una turista de Valencia que se apuntó al grupo mientras estaba sentada en el sinofós. Coral y Antonio, palentina y malagueño, aseguraron que el recorrido fue "muy interesante" y dijeron estar "sorprendidos por la elegancia" del edificio. Sumando los visitantes del segundo turno, fueron unos 80 los ciudadanos que ayer entraron a Cort para disfrutar de una visita que se repetirá cada domingo.